Un hombre se refresca en una piscina portátil instalada en el patio de su casa. EFE/Archivo El Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE Valencia) ha advertido del grave riesgo que puede suponer el montaje de piscinas portátiles en terrazas, balcones o azoteas.
Han incidido en que la sobrecarga de la estructura en estos espacios puede ocasionar la aparición de grietas y fisuras e incluso llegar a derrumbar el forjado y han advertido que los edificios, en general, no están diseñados para soportar el peso por metro cuadrado de una piscina con la cantidad de agua suficiente para el baño.
En un comunicado, han recordado que la demanda de estos productos desmontables, que se anuncian para terrazas, se ha disparado y las páginas web de algunos conocidos establecimientos aseguran que hay falta de abastecimiento o que se han agotado.
Según el CAATIE Valencia sin la debida comprobación técnica, las piscinas portátiles no deben instalarse en terrazas, balcones o cubiertas, sino en jardines, sobre terreno firme.
En edificios de nueva construcción, el forjado de una terraza o balcón de la vivienda puede soportar una sobrecarga de uso de unos 200 kg/m2, según establece el Código Técnico de la Edificación y en las azoteas se reduce a la mitad.
Pero estas resistencias varían según la antigüedad del edificio, pues materiales, normas técnicas y requerimientos han ido evolucionando, y según su estado de conservación, además de que en el mismo edificio pueden haberse modificado las cargas si se han efectuado reformas.
El cálculo no depende únicamente del peso del agua, sino que hay que añadir el del pavimento y el de las personas que estén usando la piscina.
Como recomendación general y en edificios con una antigüedad inferior a 20 años que no haya sufrido ninguna reforma, en terrazas no se debería sobrepasar los 15 centímetros de nivel de agua sobre el fondo de la piscina.
Para un volumen de agua superior o en un edificio con mayor antigüedad o si se desea instalar en una azotea, se debe consultar con un arquitecto técnico colegiado para que inspeccione el edificio y determine la capacidad de resistencia del forjado, la posibilidad de colocar la piscina sin riesgo y la altura máxima de agua de llenado.
La institución colegial ha puesto a disposición a sus técnicos colegiados a través de su web caatvalencia.es.
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