El embajador de España ante la OCDE, Ximo Puig, ha afirmado este viernes sobre la condena a más de diez años de cárcel de Eduardo Zaplana por el caso Erial que "es triste" que un expresident de la Generalitat sea condenado, porque eso "al final forma parte de lo que es un acervo colectivo institucional".
"Creo que más importante que mi opinión es la opinión del president actual", ha señalado Puig en alusión al popular Carlos Mazón tras asistir en Valencia a la presentación de un libro de Cándido Méndez.
El también expresident de la Generalitat ha considerado que, en cualquier caso, las instituciones "están por encima de las personas siempre" y la justicia ha corroborado "lo que desgraciadamente durante mucho tiempo periodistas y políticos denunciamos".
La decisión judicial "hay que respetarla y tiene que tener unas consecuencias políticas, pero creo que no soy quien las tiene que decir", ha señalado Puig, quien ha defendido que durante sus ocho años de gobierno se consiguió levantar la "hipoteca reputacional" que tenía la Comunitat Valenciana tras los gobiernos del PP.
La Comunitat Valenciana pasó en 2015 de estar entre las comunidades autónomas "con menor calidad democrática" a estar el año pasado " muy por encima de la media española", y ese es "el camino que hay que preservar", ha destacado Puig.
El expresident de la Generalitat Valenciana afirma que José Luis Ábalos le ha decepcionado en términos políticos
También ha afirmado este viernes que, "sinceramente", le ha "decepcionado" en términos políticos la actuación de su compañero de partido José Luis Ábalos, más allá de cuál sea su situación jurídica por el caso Koldo.
Tras asistir a la presentación en Valencia de un libro de Cándido Méndez, el actual embajador de España ante la OCDE ha afirmado que Ábalos es una persona con la que ha tenido relación durante muchos años, aunque no recientemente.
El también expresident de la Generalitat ha defendido la actuación de su partido con Ábalos, ya que "desde el primer momento se tomó una decisión" y se entendió que, más allá de que hubiera un encausamiento de carácter judicial, había "una responsabilidad política evidente", por lo que se actuó en consecuencia, aunque eso tenga "derivadas negativas".
"En otros ámbitos también se debería hacer lo mismo; a mí me parece que la situación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, es una situación en la que se debería dar una gran explicación", ha afirmado Puig.
En su opinión, "esto no tiene que ser una guerra de unos contra otros", sino hay que "afianzar valores democráticos", porque "no puede ser que se use los casos de corrupción como un enfrentamiento entre unos y otros", sino que tiene que haber "una sociedad madura que da respuestas".