Laurence Lemoine De las muy numerosas cosas que me gustan de Valencia, una es la facilidad con la cual podemos quedar con los amigo. Hay siempre un bar, un restaurante o cualquier sitio acogedor para poder compartir con alguien (o sin alguien, también) un café, una horchata o un vermouth…
Ademas, como aquí no hay muchos kilómetros ni atascos, entre unos y otros podemos quedar tipo “pensat y fet” y enseguida encontrarnos para conversar, visitar una expo o pasear por las calles… Todo eso, en un ambiente cálido y seco porque nunca hace realmente frío y siempre intentamos dejar las lluvias y la niebla para otras zonas… (aunque…igual eso es del pasado y tendremos que aguantar un tiempo mas lluvioso en los próximos años).
Así estaba yo con un amigo valenciano, hace poco…Después de un duro día de labor (si si ..¡así es ! ) fuimos a ver la nueva exposición de una galería de arte y luego nos dejamos caer en un bar para tomar un vermouth (que con esa bebida me he viciado un poco mucho, lo reconozco).
Total, que hablando de todo y sobre todo, de nada, empezamos a contarnos nuestros recientes respectivos viajes a Estados Unidos. El también se había ido a California y a otras ciudades de la costa este. Le dije que San Diego, Los Ángeles y Santa Bárbara me habían encantado y que, sobre todo, nunca en mi vida me había sentido tan en mi casa estando en un país extranjero.
De hecho, aunque tenga serias dudas sobre la veracidad de las teorías sobre la reencarnación, desde ese viaje digo siempre a todo el mundo que seguramente, en una vida anterior ¡era californiana!
Pero la conversación me pareció más interesante cuando mi amigo insistió sobre “lo bien que se vive en Estados Unidos”. Con cara de envidia recalcó “el alto poder adquisitivo de los norteamericanos y lo súper desarrollado que está todo allí”.
Le contesté que, efectivamente, es un gran país, pero que yo prefiero mil veces, y por mil motivos, vivir en Valencia que en cualquier ciudad americana.
Y para quitarle su cara de muy sorprendido, le dije como argumento de peso: “¿has visto el número de americanos que viene a Valencia para vivir y quedarse ?¿Tú no crees que eso significa que se vive mejor aquí que alla ? ¿Tu piensas realmente que allí lo tienen todo? ¿Acaso no te has percatado de que “el sueño americano” ya no hace soñar a casi nadie ?
Y pidiendo otro vermouth (¡hablar con pasión me da sed !) le cuento lo que pocos valencianos pueden imaginar: que vivir en Valencia es el “American Dream” para muchos extranjeros, americanos incluidos. Ellos alucinan con la calidad de vida y la vida de calidad que tenemos aquí.
Pero eso no se mide en PIB ni en renta per cápita… Es que ellos valoran cosas que nos parecen normales aquí, como poder elegir entre dos sistemas de cobertura sanitaria de alto nivel por una cantidad de dinero muy razonable, tener buenas universidades también públicas, disfrutar de un sistema de transporte público eficaz, no correr el riesgo de acabar en un tiroteo de masas porque se le antoja a un loquito armado acabar con la vida de 25 personas…
Eso y la gastronomia, el saber comer, la cultura, las fiestas y celebraciones, el patrimonio histórico, la naturaleza aún bastante preservada, el carácter alegre de la gente…Eso y mucho mas hace que Valencia se haya convertido en una especie de “tierra prometida” para numerosos extranjeros…
Por supuesto, eso no significa que la ciudad este perfecta pero creo que al menos ese hecho nos debe enseñar a valorar mas lo que tenemos aquí.
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