Eduardo del Pozo. EPDA Leyendo la prensa esta semana, me encuentro con un artículo a toda página: "El Botànic solo ha sellado ocho de los 32 vertederos incontrolados que heredó del PP". En él, se cita una larga lista de vertederos a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana y se lee con claridad que la fuente de información es la propia Dirección General de Cambio Climático y Calidad Ambiental, en una declaración de intenciones y en la que ellos mismos, por su ineptitud, trasladan que han hecho muy poco y que queda mucho por hacer en cuanto a vertederos. Su ineficacia la cubren, como siempre, vendiendo humo.
Que, además, la Administración pretenda presumir de estos datos solo nos produce pavor, nos rechina y nos duele en el alma a quienes conocemos bien la problemática, pensando en lo que pudo ser y no fue por el rodillo del actual Gobierno valenciano. Y es que, sin ambigüedades, podemos decir que los miembros del Consell son unos ecologistas "de boquilla", y que, como siempre, todo lo solucionan dando una patada adelante en el tiempo y sin ningún tipo de remilgos. La realidad es que están para mirarse el ombligo y ver solo su propio mundo. Y les diré el porqué de mis afirmaciones.
Algunos pretendemos hacer política útil y para todos los valencianos, pensando en el interés general y, en este caso concreto, en el tantas veces denostado medio ambiente. Pero nos encontramos con "el rodillo" inapelable del PSPV, Compromís y Podemos, quienes, en el mes de febrero, rechazaron una iniciativa de Ciudadanos para revertir el desastre ecológico que suponen los vertederos y acelerar el sellado de los mismos. Tengamos en cuenta que, ya en el año 2018, la Comisión Europea señalaba a España como el país más multado por la justicia europea por este motivo y resaltaba que, con 1.513 vertederos sin licencia, llevábamos tres años ocupando el primer puesto en el ranking europeo.
En nuestra propuesta, también hacíamos mención al vertedero de Utiel, donde se llegaron a acumular 43.000 toneladas de plástico, y en el que el Ayuntamiento de la localidad tardó siete meses en actuar. Aunque, en este caso, lo más significativo fue que la empresa que lo administraba pasó de tener pérdidas en 2016 a unas ganancias de 176.000 euros en 2017, a las que tuvo que restar una sanción por estos incumplimientos de tan solo 60.000 euros. Es decir, contaminar les resulta rentable.
También poníamos la atención en los escombros del Parque Natural del Hondo en Elche y en las siete zonas incluidas dentro del ámbito del Parque Natural de la Albufera, donde se acumulan escombros y basuras, y para el que pedíamos iniciar, junto al Ayuntamiento de Valencia, un plan urgente de eliminación de escombreras y puntos de vertidos sólidos ilegales. Pero el Botànic negó lo evidente.
Con independencia de que debemos concienciar a la sociedad en la protección del medio ambiente, proponíamos también contar con la colaboración de los Ayuntamientos para la elaboración de un listado público de vertederos que incumplen la legislación, así como una estimación de costes de reposición del estado original de los terrenos donde estaban ubicados.
En cuanto a los 32 vertederos incontrolados herencia del PP y con solo 8 clausurados desde el 2015, considerábamos que era, y sigue siendo, necesario invertir en acelerar el proceso de sellado previsto en el Plan Autonómico de Sellado de Vertederos (PASEV). También exponíamos que, para evitar casos como el de Utiel, hay que endurecer las sanciones y agilizar su tramitación, así como aumentar las inspecciones para garantizar el cumplimiento del Decreto 55/2019 e instar a los Ayuntamientos a la regulación de ordenanzas municipales, junto con la exigencia de fianzas garantistas de las obras que se realicen para asegurar su estado original una vez finalizaran.
Estas eran las propuestas de Ciudadanos en su PNL y que el Botànic no tuvo a bien ni enmendar, ni apoyar. Por eso, cuando leo la prensa esta semana, me veo en la necesidad de hacer pública y recordar nuestra propuesta, que se sepa quiénes la rechazaron y cuál es la situación real del "ecologismo de boquilla del Botànic", quienes dicen que son los que más protegen el medio ambiente, pero, a la hora de verdad, venden humo. Son los que menos hacen, y, en este caso, desgraciadamente, tendremos vertederos ilegales en la Comunitat Valenciana para mucho tiempo.
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