Puigdengolas. / EPDAQuién no está oyendo, casi cada minuto, vocablos que, hoy en día, están en boca muchos como son los de Inteligencia Artificial (IA), Internet de las cosas (IoT) Realidad Virtual (RV), Realidad Aumentada (RA),… y que han desterrado a otros que, hasta hace bien poco, eran expresiones más que oídas como: Big Data, Blockchain, Robótica y automatización o Computación en la nube. Y es que, común a todas, hay uno que, hoy en día, se vuelve más que importante y transcendente: Ciberseguridad.
Y ello porque la gran mayoría de usuarios no somos nativos digitales, ni tenemos conocimiento, ni estamos capacitados, en gestión de dispositivos y herramientas digitales, y ello a pesar de que casi todo el mundo dispone de un dispositivo electrónico que nos conecta con redes globales, como son las sociales o las aplicaciones web progresivas (PWA), y nos exponen, más que nunca, a la ciberdelincuencia.
Nos hemos convertido en contenedores de datos, con una ciberdelincuencia reconvertida para participar de un negocio más que rentable, habiendo incorporado la automatización, la Inteligencia Artificial IA y la ingeniería social en sus ataques para causar el mayor daño, desde el vishing (estafa que consiste en engañar para obtener información confidencial y que ha aumentado un 442 % en la segunda mitad de 2024), hasta las intrusiones basadas en la identidad, los ciberdelincuentes actúan con más organización y eficacia que nunca.
Y es que, como usuarios de la tecnología, debemos tener en cuenta la máxima de que “cuando algo es gratis, el producto eres tú”, y ser fieles al principio de “no fiarse de nada y dudar de todo”.
Y, como principios de prudencia, evitemos conectarnos a redes de WiFi y puntos de carga “públicas”, teniendo precaución en no llevar conectado de forma directa y sin elemento de control, el modo de pago NFC así como el Bluetooth; evitar llamadas de spam o maliciosas y, si contestamos por error, hacerlo con un “dígame” y nunca con un “sí”.
Además, y como consejos de seguridad, llevar los dispositivos siempre actualizados con el software, para evitar brechas de seguridad, utilizar contraseñas seguras (alternando letras mayúsculas y minúsculas, con cifras y símbolos) y bloqueos de pantalla, configurar (en el acceso al mail y transacciones bancarias) el doble factor de autenticación (2FA), instalar en el dispositivo sistemas antimalware y, casi por último pero no menos importante, habilitar la opción de “búsqueda” o seguimiento del dispositivo.
Seamos precavidos y evitémonos quebraderos de cabeza.
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