Vista general del incendio forestal declarado ayer en el término municipal de Villanueva de Viver, en la zona limítrofe de las provincias de Castellón y Teruel. EFE/Manuel Bruque
Una meteorología desfavorable por la subida de las temperaturas, la sequía, la desvertebración territorial con "el abandono de las zonas rurales" y el aumento de la densidad de las masas forestales son factores que están contribuyendo a los incendios y a su mayor virulencia, como el activo en Castellón.
Así lo advierte a EFE el ingeniero forestal y profesor de prevención y extinción de incendios forestales de la Universitat Politècnica de València (UPV) Rafael Delgado, quien indica que estos incendios fuera de verano "no son inhabituales" y asegura: "Teníamos todas las circunstancias para que pasaran".
Delgado explica que venimos de unos meses muy secos, tenemos una meteorología ahora mismo y puntualmente "bastante desfavorable" y en el caso concreto del Alto Mijares, la comarca castellonense donde se originó este jueves el incendio forestal que ha calcinado ya 3.000 hectáreas y sigue sin control, "un paisaje bastante aterrador".
Sobre todo esto, reflexiona, subyace una desvertebración territorial "enorme", el abandono rural y "la máxima superficie forestal, con la máxima densidad y la mínima discontinuidad entre las masas".
A su juicio, ante este panorama, era de esperar que el fuego se propagara muy rápido, ya que en las primeras horas del incendio se abrió un flanco importante, avivado este viernes por el viento de mistral, que lo ha convertido en un frente ya muy amplio.
El experto señala que este sábado está previsto que cambie el viento y que el escenario cambie por un tiempo, pero el peligro es que "lo que hoy es cola pase a ser cabeza".
"Si lo que hoy es cola no se controla, mañana pasa a ser cabeza y se resitúa en otro valle pasando el río Mijares, entre la Puebla de Arenoso y La Monzona, nos encontraríamos en una situación realmente problemática y un nuevo escenario potencial enorme", con masa forestal continua, advierte Delgado.
El experto señala que el viento avanza en estos momentos de mistral hacia la pedanía de Los Calpes y Fuente la Reina, y va a ser muy difícil pararlo porque tiene cierta velocidad y en la zona hay algunos campos de cultivo y mucho terreno abandonado.
A su juicio, lo que subyace en este incendio es la "desvertebración territorial que tenemos y que este problema va a más", que ya se puso de manifiesto con los devastadores incendios, el pasado agosto, en la Vall d'Ebo (Alicante) y sobre todo en Bejís (Castellón), zonas rurales y despobladas.
El experto, presidente de la Plataforma Forestal Valenciana, lamenta que no hayamos "dado un paso" en vertebrar el país, y reclama "políticas a largo plazo".
Delgado augura un verano "bastante problemático" por la sequía, avisa de que la chispa puede saltar en cualquier momento y reclama políticas de largo plazo y de altos vuelos "y no gestos estéticos que no van a servir para nada".
"Estamos en un nuevo paradigma forestal desde el Neolítico y en la segunda mitad del siglo XX ha habido un cambio socioeconómico enorme; estas son las consecuencias", explica a EFE.
También reclama medidas como favorecer que los jóvenes puedan vivir en las zonas rurales en igualdad de oportunidades con el medio urbano; a su juicio, hay que fomentar políticas que pongan el acento claramente en los productos de proximidad, de economía circular, energía renovable, recursos naturales y "estar más preparados para cuando esto vuelva a ocurrir".
El cambio climático va a una velocidad importante "pero crecen mucho más los bosques", que contribuyen a frenarlo, por lo que defiende que "darle una salida a esa biomasa es fundamental y la mejor manera de luchar no solo contra los incendios, sino también contra el calentamiento global".
"Si no hay nadie, el bosque no se cuida y es todo una continuidad", reflexiona para pedir "un pacto por el territorio" y dejar de hacer "un desarrollo absolutamente loco y sin sentido".
Comparte la noticia
Categorías de la noticia