Lo más bonito de esta época de crisis estructural, que diría
Kondratiev, es ver la falta de decencia en las acciones de
quienes gobiernan. Ya no se esconde nada. ¿Para qué? Todo se
desmorona alrededor, pero a esa élite agazapada en sus sueldos
estratosféricos poco les importa. Ellos a lo suyo, que es
beneficiarse del cargo.
Los mismos que
crearon la famosa película “Mantenedor de las fiestas del Grao
porque mi mujer lo vale” vienen con la segunda entrega de esta
franquicia que promete ser un éxito hollywoodiense. Se rumorea que
ya tenemos reina infantil de las fiestas de la Magdalena. Veremos se
es así el próximo 25 de julio o si este artículo evita esa
posibilidad (no creo que eso ocurra. La vergüenza no es algo que les
caracterice). Es un dato objetivo que el presidente de la autoridad
portuaria se llama Ruben Ibañez, miembro del PP y tenedor de
cargos públicos desde que Gollum se hizo con el anillo de la
Tierra Media. También es un hecho objetivo que la concejal de
Fiestas, Noelia Selma, ejercía su carrera laboral en el
Puerto de Castellón. Siguiendo con los hechos objetivos, Ibañez
tiene una “vástaga” en edad de reinar en la corte infantil.
No digo más. Simplemente arrojo los datos objetivos.
A este paso, no
crean lejano el día en el que el matrimonio Ceaucescu logre colocar
a una de sus “vástagas” reinando en la corte infantil. ¡Sería
la pera! Pero oiga, si han conseguido colocar a toda la cuchipanda y
poligoneros que pululaban a su alrededor cuando estaban en la
oposición, ¿por qué no esto también?
Hablando de
celebraciones cortesanas, la obscenidad de este gobierno es de tal
calibre que no tiene escrúpulos en montar una zona vip en las
fiestas populares del Grao, el día de una comida popular como las
Paellas, con camareros que iban y venían frente a la tenencia
Alcaldía. Buen vino, buenas paellas, buena venida, buen jamón de
bellota, buen queso, y comensales del PP por doquier. Estaba el
mantenedor, marido de la alcaldesa, concejales diversos, diputados
diversos, Salomé Pradas, y hasta la presidenta de la
Diputación. Se pusieron las botas, oiga, que para eso les pagamos
nosotros sus sueldos y sus dispendios.
Por si esto no
fuera suficiente, hasta seis coches oficiales les esperaban
aparcaditos y con la policía rondando, para que no hubiera duda de
que son autoridades.
Casi al mismo
tiempo, colas kilométricas para subir al Tram. Colas que denunció
SOM Castellón, el mismo que sacó a la luz el intento de ocupación
en la Marjalería, los sueldazos de vértigo de la corporación o los
reiterados incendios en la zona dels Mestrets. Colas para los vecinos
que iban al Grau desde Castellón ciudad para compartir una comida
popular (popular por pobre, no por la zona de rico dispendio de los
populares electos). Suponemos que el conejal investigado por no pagar
más de un centenar de multas y que sigue tan campante en el equipo
de gobierno, Cristian Ramirez, intentará solucionar el tema
(y mañana volarán los unicornios).
En fin, que
mientras Alicante o Valencia avanzan en inversión y gestión,
Castellón se va hundiendo con la tranquilidad pasmosa de la
alcaldesa, la alicantina Begoña Carrasco. ¿Lo van
comprendiendo?