Jesús Salmerón Berga, Diputado y candidato del PP en Gátova. /EPDACuando algunos días estoy en Valencia y me despido de compañeros y amigos, preparándome para regresar a mi casa, a Gátova, recibo la pregunta de muchos de ellos, ¿por qué no te quedas aquí en Valencia? Vaya por delante que Valencia es una ciudad maravillosa, que me ha dado mucho y que tiene muchísimo que ofrecer, pero no es mi casa, mi casa es Gátova. Por eso cuando en ocasiones me hacen la pregunta que antes mencionaba, respondo sin rubor con otra pregunta, ¿qué hay mejor que Gátova? Porque, como decía, Gátova es mi casa, mi pueblo, mi hogar. Junto a mis vecinos, con mis animales, mi huerto, mi montaña, recorriendo cada mañana siempre que puedo, sea verano o invierno, sus calles y caminos, porque la sensación y el sentimiento aquí es diferente al resto. Muchos dirán que todos decimos lo mismo de nuestro pueblo, y quizá sea verdad, pero yo, además del sentimiento, tengo buenos argumentos, los que me dais vosotros a diario. Un primer motivo sin duda es nuestro entorno, porque somos unos auténticos privilegiados. La Calderona es nuestra protectora, la que nos da la vida. Estar en este paraje natural idílico nos convierte en un lugar único, disfrutando de esa paz que, en las ciudades, e incluso en la mayoría de pueblos, ya se ha perdido. Una conexión permanente y auténtica con la naturaleza que para nosotros es obvia, pero que basta con salir apenas unas horas de Gátova para percibir que es genuina, única en su especie. Nuestro entorno marca nuestra esencia, nuestro ritmo de vida y nuestra forma de ser, marca quienes somos: gatoveros e hijos de la Calderona. Este entorno idílico que nos rodea nos permite disponer de unos atractivos espectaculares. Cada día trato de disfrutar de nuestras rutas, que atraen a miles de turistas cada año para, por ejemplo, conocer nuestras fuentes, origen de vida, tanto natural como social, y un patrimonio que debemos hacer valer cada día, pues representan la pureza de Gátova y su frescura, esa que, como decía, es tan difícil de encontrar cuando sales de aquí. Y es que no puedo tener muchos momentos más felices que cuando, durante un paseo por la mañana, me detengo a refrescarme con el agua de nuestras fuentes, desde la Fonfría, a la del Rebollo o la Alameda, o directamente junto al lavadero cuando ya he regresado. Es entonces cuando disfrutamos de nuestras gentes, de vosotros, los gatoveros que sois la auténtica esencia de nuestro pueblo. Degustando por ejemplo una buena torta a la calda o compartiendo una olla gatovera, que tan bien nos sienta en estos días con tanto frío que nos está dejando este 2023. Porque somos un pueblo pequeño, lo decimos con mucho orgullo, yo siempre lo hago cuando me paro a explicar mi sentimiento y mi origen, lo hago alzando la voz, porque nuestra dimensión en cuanto a espacio y densidad contrarresta con nuestra grandeza y todo lo que ofrecemos, por eso ni siquiera las dificultades que nos ponen a veces con la falta de infraestructuras o el transporte son motivo para que perdamos nuestras ganas de seguir aquí y defender lo nuestro. Tenemos la Jota gatovera, que nos une a todos alrededor de la Virgen de la Merced y que engancha a todos aquellos que la sienten por primera vez, porque nosotros lo sentimos, y eso lo perciben aquellos que nos observan. Nuestras calles suenan al ritmo de Santa Cecilia y respiran el pundonor y coraje de los toros y vaquillas que se funden con nosotros para, juntos, disfrutar de nuestras fiestas. He defendido nuestra esencia allá donde he ido. Esa ha sido una de las ventajas de estar entre Gátova y Valencia, incluso yendo a otros lugares como Madrid cuando ha sido necesario, pero siempre teniendo claro el origen y el final: mi querida Gátova. En estas aventuras profesionales y políticas, he llevado a mi pueblo por bandera, defendiendo sus reclamaciones y peleando por lograr mejoras, como mi lucha permanente por mejorar la CV-25, esencial para estar bien conectados con Lliria y Valencia. Y os garantizo que, esté donde esté, siempre seguiré esta y cualquier otra batalla que sea beneficiosa para Gátova. Desde hace tiempo eran muchas personas las que me cuestionaban sobre una posibilidad, ¿por qué no eres tú el alcalde de Gátova? En su argumentario utilizaban cosas como que siempre estaba proclamando el nombre de mi pueblo allá donde iba, luchando por lograr mejoras, y resaltando mi experiencia en diferentes administraciones como ?arma? para poder seguir peleando para lograr avances en las necesidades que tenemos como pueblo. Han sido muchos los días y noches pensando sobre ello, porque empezó con alguna conversación entre risas, ya que, aunque admito que es algo que alguna vez me rondaba la cabeza, para mí Gátova es una pasión absolutamente natural, que nunca me planteé como algo más allá de lograr cosas por mis vecinos. Como todos sabéis, he decidido dar el paso y presentarme como candidato a la alcaldía de Gátova, porque mi pueblo es mi vida y es mi pasión, por lo que no puede haber ningún otro lugar en el que me sienta más cómodo y feliz. Y porque estuviera donde estuviera, mi destino final siempre ha sido y será Gátova, así que este es el mejor sitio para luchar por Gátova y luchar por vosotros. Porque nada me podría hacer sentir más orgulloso que ser el alcalde de mi pueblo, no por ostentar nada, sino por dejaros claro que voy a seguir defendiendo lo que es nuestro, nuestro patrimonio, nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestra gente. Porque seré el alcalde de todos los gatoveros y os defenderé siempre, como he hecho hasta ahora, y sobre todo, porque juntos haremos que Gátovasiga siendo el mejor pueblo del mundo, porque ¿qué hay mejor que Gátova? Nada.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia