José Enrique Aguar La visita de Ximo Puig a Cataluña de esta semana abre un nuevo episodio de los ‘Països Catalans’ que tanto gustan al norte de la Comunitat y que tienen un buen número de palmeros entre los seguidores de Compromís dentro de nuestra casa.
En vez de hacer lo que los valencianos le reclamamos, plantarse ante Madrid y ante Pedro Sánchez en unos presupuestos generales claramente discriminatorios con la Comunitat Valenciana, Puig se va a Barcelona a abrazar al amigo independentista, a “construir puentes” según sus palabras con los que quieren romper España.
Y sin vergüenza alguna habla, y cito literalmente, de “una Commonwealth mediterránea para propiciar una España catalana y una España de las Españas”. Más claro agua, borrar a la Comunitat Valenciana del mapa, servir dócilmente a los intereses de la Moncloa y de Barcelona, aunque ello suponga que Cataluña vuelva a dictar qué se invierte y qué no, qué se hace y qué no en nuestra tierra.
Que los Presupuestos Generales del Estado vayan a invertir más ( sobre el papel que es muy sufrido) en la Comunitat que otros años no quiere decir que nos acerquemos, ni de lejos, a lo que nos corresponde por peso poblacional. Pero claro, Puig se conforma con las migajas y el sillón,no vaya a ser que Sánchez se enfade y le mande a Ábalos a que lo quite en el próximo congreso socialista.
Lo que Puig no dice es que los partidos independentistas catalanes venden caro su voto en los Presupuestos Generales del Estado, y que ese precio pasa por restar una parte de lo que merece la Comunitat Valenciana; mientras Compromís y todos y cada uno de los diputados valencianos socialistas son irrelevantes, aplaudiendo a quien nos ningunea. Bien saben que su sillón depende de Sánchez y de Ábalos, antes que de los votantes a quienes insultan con su dócil actitud, con su permisividad hacen que los valencianos seamos los peor tratados de España entre lo que aportamos al Estado con nuestros impuestos y lo que luego percibimos.
Que Puig vaya a llenar de buenas palabras a los partidos catalanes, que en realidad le menosprecian y nos consideran sus vecinos de segunda, debe ser la nueva realidad política de España y de nuestra Comunitat. A defender una alternativa periférica, aseguraba. ¿Quiere defender lo que nos corresponde? No lo haga cayendo en brazos de secesionistas, vaya a Madrid y explíqueselo alto y claro a Pedro Sánchez, ponga tras usted a cada uno de los diputados y senadores socialistas, y tendrá el respaldo de 6 millones de valencianos.
Pero para eso hay que tener altura política, dignidad y honestidad. Para eso hay que creer que tu representas y tu cargo depende de los votantes valencianos y no de lo que Sánchez y Ábalos dicten en un despacho de Madrid.
Pobre y pusilánime forma de actuar Sr President.
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