El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comparecencia de este lunes. / MONCLOA
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó el pasado jueves 25 de abril una carta abierta en la red social X, antiguamente conocida como Twitter, en la que anunciaba la suspensión de toda su agenda públicapara "reflexionar" sobre si "merece la pena" seguir al frente del gobierno. Ha llegado el día en el que Sánchez ha comunicado a todos los españoles y españolas su decisión de si continúa en la presidencia o no.
En una rueda de prensa que ha tenido lugar a las 11 horas en Moncloa se ha referido así a la ciudadanía: "Como saben el pasado miércoles escribí una carta. En ella les planteaba si merecía la pena soportar el acoso que desde hace 10 años sufre mi familia a cambio de presidir el Gobierno de España. Hoy tras estos días de reflexión tengo la respuesta clara. Si aceptamos como sociedad que la acción política permita el ataque indiscriminado a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras más groseras sustituyan el debate respetuoso y racional basado en evidencias, entonces no merece la pena".
"Por muy alto que sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas uno más más quiere y respeta y ver cómo se intenta destruir su dignidad sin el más mínimo fundamento. Tal y como les anuncié necesitaba parar y reflexionar de todo ello. Sé que la carta que envié pudo desconcertar, porque no obedece a un cálculo político. Es cierto. Soy consciente de que he mostrado un sentimiento que en política no suele ser admisible. He reconocido ante quienes buscan quebrarme, no por quién soy, sino por lo que represento que duele vivir esta situación que no deseo a nadie. También porque sea cual sea nuestro oficio vivimos en una sociedad donde se nos exige mantener la marcha a toda costa, pero hay veces en que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidir con claridad por dónde podemos caminar".
"He actuado desde una convicción clara. O decimos ¡basta!, o esta degradación de la vida pública nos condenará como país. He dado este paso por motivos personales, pero son motivos que todo el mundo puede entender y sentir como propios porque responden a valores troncales de una sociedad solidaria y familiar, como es la española. Esto no es una cuestión ideológica, es respeto, dignidad, principios que van más allá de las opiniones políticas. Tiene que ver con las reglas del juego".
"Si consentimos que los bulos dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro estado de derecho, si permitimos que se vuelva a permitir el papel de la mujer al ámbito doméstico, teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido, si en definitiva permitimos que la sin razón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a la democracia".
"Exigir resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es poner el foco en las víctimas y no en los agresores. Confundir libertad de expresión con libertad de difamación es una perversión democrática de desastrosas consecuencias. La pregunta es sencilla: ¿queremos esto para España? Mi mujer y yo sabemos que la campaña de descrédito no parará, llevamos 10 años sufriéndola, es grave, pero no es lo más relevante, podemos con ella. Lo importante es agradecer de corazón las muestras de solidaridad y empatía recibidas de todos los ámbitos sociales, en especial a mi querido Partido Socialista. Gracias a esa movilización social, que ha influido en mi decisión, comparto lo que he decidido y lo que he informado previamente al jefe del Estado. He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia del Gobierno de España".
"Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo. Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y libertados. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno de España. Solo hay una manera de revertir esta situación que la mayoría social como ha hecho estos cinco días se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo. Esto no va del destino de un dirigente particular, eso es lo de menos. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva. Durante estos cinco días ya hemos comenzado a hacerla. Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, regeneración al juego limpio. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango colonice la vida política, la vida pública, contaminándonos de prácticas tóxicas".
"Apelo en consecuencia a la conciencia colectiva de la sociedad española. Una sociedad que desde el acuerdo generoso supo sobreponerse a las terribles y profundas heridas del peor de sus pasados. Una sociedad que consiguió vencer de manera ejemplar todos los desafíos democráticos que sufrió que superó con éxito una pandemia, que pese al difícil contexto geopolítico que sufrió con guerras en Oriente Medio y en Ucrania vive un muy buen momento económico y respira paz social. Una sociedad que asombró al mundo por su aceptación entusiasta de los derechos y libertades pasando de ser un país oscuro a un referente internacional de libertades y de democracia, de progreso y de convivencia".
"Hoy pido a la sociedad española que volvamos a ser ejemplo, inspiración para un mundo convulso y herido porque los males no son ni mucho menos exclusivos de España, forman parte de un movimiento reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante la difamación y la falsedad, el odio y la apelación a miedo y amenazas que no se corresponden ni con la ciencia ni la racionalidad. Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia. Pongamos fin a este fango mediante el rechazo colectivo, sereno, democrático más allá de las siglas y de las ideologías que me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España".
Sánchez, en su carta publicada hace unos días en X basaba su decisión en los ataques que está sufriendo su mujer, Begoña Gómez, que ha sido acusada de tratos de favor por una denuncia del polémico sindicato Manos Limpias, acción que el presidente considera una maniobra más de la extrema derecha para hacerse con el poder.
Esta mañana RTVE había confirmado la visita del presidente al Palacio de la Zarzuela para comunicar su decisión al rey. Está previsto que más tarde Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social comparezca ante los medios y valore esta situación.
Durante esta rueda de prensa ha estado acompañado por María Jesús Montero, vicepresidenta primera, Félix Bolaños, ministro de Presidencia y Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE.
Así han reaccionado los políticos al discurso de Pedro Sánchez:
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