Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
Murgui es cronista de Casinos y académico de la RACV
0
JOSÉ SALVADOR MURGUI - 01/11/2015
Murgui, a la izquierda, con Edo, segundo por la derecha. FOTO EPDA
Nos ha dejado José Esteve Edo. Desde
la sombra seguía sus pasos, don José se hizo mayor, nació el 3 de marzo
de 1917, sabía de él por amigos en común que teníamos, y era conocedor
que hacía días que la vela de su vida se apagaba.
Esta
tarde he recibido un mensaje telefónico en el que me han comunicado que
mi amigo don José nos ha dejado… ¡Triste balance del alma! Cuantos
recuerdos se agolpan en mi mente en un momento… ¡Cuanta historia!
¡Cuánto amor plasmado en arte!
Don
José como yo le llamaba el en valenciano, siempre en valenciano, me
respondía “-no me digues don José” pero como no le iba a decir don José
al maestro de los maestros. Al hombre sencillo, de mirada serena, de
corazón altruista, de mente joven, y de pasión serena que se adelantó a
sus tiempos siempre fue aliado del futuro.
¿Qué
voy a contar de su curriculum… de su vida, de su obra? Hay libros,
artículos, documentos que inmortalizan a Don José, yo me quedo con el
amigo, con nuestras conversas, con nuestros viajes, nuestras risas, y
sobre todo con su saber enseñar.
Sus
manos abiertas, sus largos y afilados dedos que hablaban por si solos
de cuando estuvo becado en Abu Simbel y nos explicaba con tanta pasión
de aquellas perspectivas, de lo mucho que aprendió en aquel y otros
viajes y sobre todo en el énfasis que sin gritar expresaba en cada una
de sus palabras exclamadas.
Don
José gran maestro, compañero de horas de pinturas de acuarelas con el
otro amigo Rafael Sempere, amante de las buenas exposiciones de arte,
compañero fiel de jóvenes artistas a los que aconsejabas oportunamente, y
sobre todo corazón desprendido a la hora velar por la cultura y las
esculturas.
Tú
me enseñaste el valor de la amistad: “a un amigo, no le regalo nada que
sea para romperlo…” ¿Te acuerdas cuando te pedí aquel boceto que tanta
ilusión teníamos los dos y que tanto gozamos el día de la inauguración?
Cuantas horas meditando sobre el maestro Rodrigo, y que acertado
estuviste con la eternidad, la música, los rasgos y el busto… solo los
genios os ponéis de acuerdo enseguida sin necesidad de pactos ni
negociaciones, porque solo con vuestra mirada sois capaces de engendrar
el arte y la historia.
Don
José Esteve Edo por decir algo de ti y como remate de ésta nota diré
que fuiste elegido académico de San Carlos y Doctor en Bellas Artes
por la Escuela de San Carlos de Valencia. Ejerciste la docencia en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Toledo y Valencia (1962-1968).
Tienes en tu haber numerosísimos premios y becas por su actividad
artística y además fuiste cofundador del Grupo Parpalló. Entre los
principales galardones destacamos tienes: Primer premio en la I
Exposición de Arte Universitario de Valencia (1940), Premio Nacional
para el Monumento a la Vendimia en Requena (Valencia 1953) , Medalla de
oro en la II Exposición Bienal Hispano Americana (1955), Primer premio
de escultura en la Exposición de Pintores de África (Madrid 1968).
En 2004 fuiste nombrado Hijo adoptivo y predilecto por el Excmo.
Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana te otorgó su
distinción al Mérito Cultural.
Y
no voy a decir nada de tus esculturas, ellas como tu siguen vivas…
ellas son el fiel reflejo de aquella lapidaria frase: “Ars longa vita
brevis” la cita de Hipócrates que significa "El arte (la ciencia) es duradero pero la vida es breve."
Amigo,
profesor, socorrista de arte, conversador de largas horas en aquel bajo
de la calle Blanquerías, donde las horas pasaban sin darnos cuenta
entre esculturas, bocetos, papeles… y amistad. No puedo en este momento
reprimir esa lágrima que sale de mis ojos, porque cuando la amistad sale
de lo más hondo de las entrañas, por necesidad es una amistad
verdadera.
Recuerdo
que tenías ilusión por hacer una escultura para Valencia, yo lo
intenté, varias llamadas de teléfono… y no pudo ser. Querías hacer un
Ángel grande, y ponerlo en una rotonda a la entrada de Valencia, y
tenías pensado que fuera “El Ángel de Valencia” la vida nos apartó los
caminos… tu edad y tu salud y mi destino y mi vida… ese ángel quedó en
la mente de los dos.
Y
hoy día uno de noviembre nos dejas, ¡qué día tan grande, el día de
Todos los santos! Es tu día DON JOSÉ, porque si en el cielo faltaba un
santo ese eres tú.
Ya
tenemos el Ángel de la Ciudad en el cielo, seguro que ya estas
diseñando el monumento por todo lo grande, de mármol del mejor, eso sí,
seguro que será blanco como tu honradez, tu trabajo y tu vida… porque si
alguien merece estar en el centro de la gloria ese eres tú Don José.
Y
acabo, me sabe mal acabar así, me duele acabar como me dolía acabar las
largas conversaciones, pero seguro que al llegar esta tarde a la
Gloria, con la primera que te has encontrado ha sido con tu amiga, “La
Mare de Deu del Castell” de Cullera, te acuerdas cuando hiciste la
imagen para el otro don José, y le pasabas el dedo por la cara y me
decías: ¿Has visto que cutis tan fino?... Pues ahora seguro, que la
estas acariciando con tus manos… porque estoy seguro, que ella te ha
abierto la puerta del Cielo.
Hasta la eternidad buen amigo, hasta la gloria gran hombre, hasta siempre MAESTRO.