La vicepresidenta y Portavoz del Gobierno valenciano, Aitana Mas. EFELa vicepresidenta y portavoz del Consell, Aitana Mas, ha asegurado este viernes que "no se puede banalizar porque haya pasado hace años" la condena por violencia machista impuesta en 2002 al recientemente nombrado candidato de Vox a la Generalitat, Carlos Flores Juberías.
"No se puede decir que tiene menos importancia lo sucedido porque pasó hace años. Hay hechos históricos que por muchos años que pasen no son menos importantes, seguimos aprendiendo de ellos cada día para mejorar como sociedad", ha afirmado Mas en la rueda de prensa posterior al último pleno del Consell del año.
En este sentido, ha apelado al PP para que "los valencianos sepan qué piensa en materia de violencia machista", porque "si quiere gobernar en algún momento deberá ser con el apoyo de un partido como Vox".
"Son negacionistas del cambio climático y de la violencia machista, dos cuestiones que la sociedad española ha superado hace tiempo. Ni se puede banalizar ni se puede aligerar el problema. Me gustaría que Feijóo desautorizase a Mazón y que el PP destituyese a Flores del Consell de Transparencia", ha añadido.
Preguntada por si esto sería posible, dado que fue elegido por una mayoría del pleno de Les Corts, Aitana Mas ha puntualizado: "El PP puede no renovarle en el cargo e invitarle a que se vaya. Yo instaría a los grupos de Les Corts a que hablasen del tema".
El candidato de Vox fue condenado a un año de prisión y a indemnizar con 6.000 euros a su expareja por haberla increpado en numeroso lugares públicos por "robarle" a sus tres hijos, y lo hizo bajo su balcón o persiguiéndola en su moto mientras llevaba a sus hijos al colegio, según recoge la sentencia, publicada en 2002 y que ahora ha vuelto a salir en varios medios de comunicación.
Flores, que es catedrático de Derecho Constitucional en la Universitat de València, hizo público este jueves un comunicado en el que explica que aquella sentencia "se enmarca en un proceso de separación conyugal suscitado hace veintitrés años, que devino conflictivo por la existencia de desacuerdos respecto de la custodia y el domicilio de los tres hijos menores de edad".
Consecuencia de esa conflictividad fue un intercambio de denuncias mutuas que una tras otra fueron archivadas o se saldaron con sentencias absolutorias, con la única excepción de la recaída el 15 de abril de 2002, que resultó condenatoria.
"Dicha sentencia lo fue por violencia psíquica –jamás hubo ni siquiera una acusación de otro tipo de violencia– y se tradujo en una pena privativa de libertad y una multa. Pena cuyo cumplimiento resultó suspendido por no haber delinquido antes ni después", explica el candidato de Vox, quien lamenta el dolor causado en aquellos momentos a sus "seres queridos". EFE
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