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Marciano Gómez: "Queremos a los mejores profesionales, por eso los baremos los vamos a fijar según el conocimiento científico y la experiencia"
El Conseller de Sanidad en la Generalitat Valenciana apuesta por "consensuar" cualquier restricción sobre el tabaco con las autonomías y pone sobre la mesa consolidar la vacunación sin cita
Gómez asegura que en estos meses "todo se ha planificado como tocaba pero nos hemos encontrado con el aumento de presión hospitalaria, lo que hemos hecho bastante bien es actuar rápido"
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DANIEL NAVARRO - 01/02/2024
Marciano Gómez, conseller de Sanidad. EPDA
La incidencia de enfermedades respiratorias hemos visto que se ha multiplicado este invierno, dejando a la Comunitat Valenciana por encima de lo que es la media nacional. ¿Por qué nos hemos visto tan afectados en el territorio valenciano?
La causa multifactorial. Nos hemos visto más afectados que otros en un momento acotado. La diversidad geográfica que tenemos en España hace que empecemos las vacunaciones a distinto tiempo, porque evidentemente no es lo mismo la climatología del Mediterráneo que la del Atlántico. De ahí que ellos, como llega antes el frío, empiecen antes a vacunar. No obstante, esta es una situación que se repite todos los años pero en esta ocasión hemos tenido una triplendemia. Desde el mes de octubre arrancamos con el plan de contingencia y las vacunaciones, pero nos encontramos que de la semana 51 a la 52 la presión hospitalaria creció por dos y la incidencia de gripe por tres. Entonces tomamos medidas de gestión rápida, el día 3 de enero llevamos a cabo la reprogramación de los quirófanos, la potenciación de la unidad hospitalaria domiciliaria, la coordinación necesaria e imprescindible con los centros sociosanitarios, además de coordinarnos con la sanidad privada y activar la obligatoriedad de las mascarillas.
Nos hablaba de esa tripledemia. Este es un concepto nuevo, ¿qué riesgos supone?
Lo que supone en primer lugar es la desestabilización del paciente crónico, ya que cualquier tipo de infección vírica oportunista puede desencadenar una insuficiencia respiratoria que reagudice su patología crónica. Año tras año hemos visto estas patologías con picos estacionales. Sí que es cierto que este año ha sucedido una cosa que es distinta al resto, que es que ha sido una triplendemia con virus respiratorios, Covid, y gripe A, que son más graves por separado y en conjunto, que el resto. Y de ahí esta sensación de que en dos o tres semanas ha crecido exponencialmente el número de casos y la tensión del sistema sanitario.
La conselleria ha impulsado la vacunación a través de campañas de sensibilización. No obstante, a tenor de los resultados… ¿considera que han llegado tarde?
Yo tengo una máxima en mi vida que es huir de la autocomplacencia. Siempre pienso que todo es susceptible de mejora y siempre pienso que lo que hay que hacer es aprender de los momentos de crisis, hay que verlas como una oportunidad. Todo se ha planificado como tocaba, pero nos encontramos ante la sorpresa de que en una semana duplicamos la presión hospitalaria y triplicamos la incidencia de la gripe. Lo que hicimos bastante bien fue reaccionar rápido. En medicina siempre hay que ir un paso por delante, tenemos que ir a la prevención de la salud y evitar que el paciente enferme. Y de hecho, aún habiéndose vacunado más gente que el año pasado, nos ha pasado esto. Pero, de este modo, el año que viene intentaremos poner en práctica todo lo que hemos aprendido en este, porque nuestro objetivo no es quedarnos estáticos, sino intentar aplanar la curva y aún sabiendo que va a pasar, que pase lo menos posible. Y aplicaremos las enseñanzas que hemos aprendido este año.
La Comunitat Valenciana fue una de las primeras en reactivar esta obligatoriedad de llevar la mascarilla en espacios sanitarios. ¿Qué le parece el hecho de que haya otros territorios que criticaran esta medida cuando se ha hizo extensiva a nivel nacional?
No seré yo el que critique las actitudes de ninguna otra comunidad autónoma. Yo sí que sé lo que hago en la mía. Nosotros entendimos ante esa situación, al multiplicar por tres la incidencia de la gripe, que teníamos que tomar medidas tanto de gestión, como de prevención, de ahí las vacunas y las mascarillas. Pero es que, por otra parte, el uso de mascarillas en el espacio sanitario y sociosanitario es una práctica extendida. Si vas a ver un paciente que tiene una infección que es potencialmente transmisible por vía aérea, lo que haces es que te pones una mascarilla. Por lo cual, yo creo que lo que tenemos que hacer es empezar a normalizar algunas situaciones. Tenemos que sacar de ese espacio de nuestra memoria aquellas actitudes que entendíamos como cotidianas y como rutinarias en la época de la Covid. Lavarse las manos, espacios abiertos, separación, mascarillas... Y cada vez que se den estas situaciones, que nos llegará todos los años el pico, aplicarlas. Ponerse la mascarilla a mí me parece algo normal.
Se ha disparado la prudencia entre la ciudadanía a tenor de los últimos datos en infecciones respiratorias. ¿Estudiaron también la posibilidad de que estas mascarillas se extendieran a otros espacios como puede ser el transporte público? Hay mucha gente que la está usando ya sin obligatoriedad.
Evidentemente, es que esto es una cuestión de responsabilidad individual. Nosotros, cuando creamos un marco de obligatoriedad, tenemos que suscribirla a ámbitos muy definidos, muy puntuales. No podemos, ni queremos cercenar la libertad, a excepción de que pueda haber un problema de salud pública. No obstante, aplicar esos hábitos que todos dábamos como cotidianos en la época de la pandemia, sería bueno para otros años.
Hemos visto esa diferencia, no tanto de criterio, sino en las formas con la actual ministra de Sanidad. Pese a las diferencias ideológicas, ¿espera que haya un buen entendimiento con el ministerio para los asuntos sanitarios?
Yo estoy convencido de que sí tenemos preocupación por temas que implican la salud de los ciudadanos, ahí a mí siempre me van a encontrar. Pero desde la perspectiva del rigor, de la reflexión, de la sabiduría, de la salud, y no ahora, desde que estoy trabajando, porque tengo vocación de servicio al público como médico. Sí que es cierto que estoy pidiendo reiteradamente Consejos Interterritoriales monográficos sobre la falta de personal sanitario en España y sobre la atención primaria junto con la salud mental, los tres focos reales de los problemas que en este momento tiene la sanidad pública, y la ministra no los convoca. Yo entiendo que tendrá sus motivos, pero yo que soy una persona muy ejecutiva y muy reiterativa cuando pienso que llevo razón y que va a beneficiar a los ciudadanos a los que me debo, pues voy a seguir insistiendo hasta que lo consiga.
No fue demasiado crítico con esta “autobaja” de tres días bajo declaración responsable que se planteó desde el Ministerio de Sanidad. Si bien parece que finalmente no se llegará a aplicar, no sé si lo ve factible de cara al futuro en otras épocas en las que se vuelva a dar una situación similar a la de ahora.
Esta no es una situación de excepcionalidad, se va a dar todos los años. Cuando la medida se nos planteó en el Consejo Interterritorial, yo dije que iba a votar que no porque es un punto que estaba muy inmaduro y que requiere una reflexión muy seria, ya que no solamente repercute sobre un médico y un paciente, también en las mutuas, los empresarios, los sindicatos… Es un tema multifactorial y cuando se estudie por todos los actores pues se puede llegar a una conclusión. A mí me pareció que tal y como está la situación, era muy precipitado, que estaba muy inmaduro y, de hecho, se retiró del orden del día.
En cuanto se activó esta vacunación sin cita, nos trasladaron unas cifras muy altas. ¿Cómo ha continuado la vacunación desde entonces?
Obviamente, después de pasar dos semanas, ha continuado a la baja por diferentes motivos. Se ha vacunado un número muy alto de personas, la incidencia está bajando y también la gente que ha pasado el Covid ya no se puede vacunar hasta dentro de dos o cinco meses. La experiencia fue muy positiva y de ahí sí que tenemos que aprender y quizás tomemos algunas medidas para el inicio de la próxima vacunación.
Entiendo que deja sobre la mesa la opción de que para el próximo invierno la vacunación puede hacerse sin cita necesaria…
Es una opción real.
Algunos partidos de la oposición criticaron que en determinados centros se habían acabado las dosis de vacunas. ¿Esto ha sucedido así?
Esto no es así. Pero es que además, a esos partidos de la oposición les invito, por una cuestión de responsabilidad cívica, a que si detectan una falta en un centro de salud que nos llamen y nosotros inmediatamente lo remediamos. Con la salud no se puede hacer mercadeo. Tenemos un servicio de vacunas excepcional, la dirección general de Salud Pública son profesionales como la copa de un pino, que llevan 30 años trabajando con cualquier tipo de color político y ellos eran los que nos decían que no habían faltas. Lo que hay que hacer es una colaboración, una cooperación para intentar aumentar los indicadores de salud y no decirlo en un medio para intentar sacar rédito político.
Una de las primeras medidas sanitarias que llevó a cabo el nuevo Consell fue la de levantar la prohibición de fumar en las terrazas de los bares, una medida que el Gobierno central está estudiando ahora activar para toda España. ¿Qué opina de esto?
Nosotros no hicimos más que cumplir la ley. La orden del 4 de julio de 2023 del Gobierno Central decía que se podía fumar en las terrazas y nosotros lo que hicimos fue cumplir como el resto de España con esa orden, con lo cual no hicimos nada que no estuviera legislado. Por otra parte, lo que entendemos es que era un tema de libertad ¿Por qué aquí teníamos que cortarlo cuando en otras comunidades cumpliendo la ley lo permitían? No obstante, si me pregunta si yo como médico pienso que el tabaco perjudica la salud, yo digo sí. Pero entiendo que Ley la ha hecho el ministerio y yo dejo que haya libertad. Ahora, como todo, creo que el ministerio tiene que enfocar el tema del tabaco con rigor, con seriedad, con consenso. Es imprescindible en un estado como el nuestro, con 17 comunidades autónomas con transferencias sanitarias realizadas y dando a ello un organismo que es el que coordina y vertebra la sanidad pública española, que es el Consejo Territorial, es imprescindible que cualquier tipo de decisión esté avalada por los expertos y después, consensuada por los políticos.
Se ha anunciado recientemente este cambio de criterios en los méritos para acceder al ámbito profesional de la sanidad pública. ¿Había realmente un problema de falta de profesionales en la Comunitat Valenciana?
Somos una comunidad atractiva, hospitalaria y solidaria, donde viene mucha gente, y nosotros no queremos poner ninguna cortapisa para que un compañero sanitario, médico, enfermera o psicólogo pueda venir. Nosotros queremos a los mejores, que nos cuiden, con lo cual, los baremos los vamos a fijar según el conocimiento científico y la experiencia. Contaremos otras cosas, por supuesto que sí, pero lo que queremos es ponderarlo, modularlo para que me atienda el que más sabe y que puedan venir de otras comunidades autónomas.
Una de las prioridades para esta legislatura es el refuerzo de la salud mental. ¿Qué proyectos tienen para esta área y cómo les gustaría mejorarla?
El proyecto que tenemos para esta área es un proyecto real, elaborado al principio de una legislatura y no como el Plan de Salud Mental que presentó el gobierno anterior, en diciembre del 2022, tras siete años y medio de estar en el gobierno y a cinco meses de elecciones. Nosotros lo hemos presentado en enero de 2024 y como elemento oficial. Antes de esto ya nos habíamos reunido dos veces con la Coordinación Interdepartamental de Salud Mental, donde está la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Servicios Sociales, la de Educación y la de Sanidad, y donde ya hablamos de poner psicólogos en los colegios para detectar cuanto antes el problema potencial de salud mental. El plan cuenta con un presupuesto a cuatro años de 724 millones de euros, 284 más que los previstos, y que esencialmente se basa en tres cosas. En políticas preventivas en salud mental infantojuvenil sobre todo, con psicólogos en los colegios, detectando cuanto antes cualquier tipo de potencialidad de adicción, bien sea a sustancias como el cannabis o como el alcohol, y también a movimientos impulsivos en Internet. Después, potenciando la equidad, nosotros queremos que en los 24 departamentos de salud que existen tengan todos la misma equidad de salud mental, algo que en este momento no pasa, y dotando de los recursos necesarios tanto de infraestructuras como humanos.
¿De qué manera se trabaja por reducir las listas de espera, tanto en especialidades como también en atención primaria?
Pues es una realidad francamente mejorable, donde, con el sistema sanitario que tenemos, acceso universal, gratuito y solidario, es muy difícil gestionar. Y es una realidad donde nosotros hemos diferenciado tres aspectos. En el aspecto de la demora asistencial en atención primaria, en este momento tiene una media de 6,5 días aproximadamente y queremos bajarlo a 72 horas potenciando el servicio, para que no acabe todo en el médico, ya que tenemos facultativos terapéuticamente formados en enfermería que pueden resolver problemas de salud y entendemos que, en el mostrador, se puede redireccionar como toca a un enfermero o a un médico. Y vamos a revisar de una forma rápida y rigurosa la forma de citación, porque hay veces que tenemos problemas, con la citación de la APP, junto con la de la web y la telefónica.
Queremos abordar la lista de espera quirúrgica bajo la perspectiva de la prioridad en la patología potencialmente grave para los pacientes. Detrás de cada número de esa lista hay una persona. Lo que no quiero es que la prioridad 1, es decir aquellos que sufren patologías potencialmente graves para su pronóstico vital se consideren un número, como puede ser algún tipo de patología que genera molestias pero que no conlleva riesgo vital. Después, también tengo un especial empeño en mejorar las demoras diagnósticas. No podemos tener pacientes de diagnóstico esperando durante mucho tiempo las pruebas.