Consecuencias del pedrisco en un campo de caquis de Picassent./EPDA Las precipitaciones de estos últimos días resultaron, en líneas generales, beneficiosas para la agricultura y la ganadería valenciana porque contribuyeron a recargar los maltrechos embalses y acuíferos tras meses de sequía, a revitalizar los pastos, a mejorar el calibre de las producciones de temporada y a ahorrar costes de producción. Sin embargo, según una primera evaluación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las lluvias vinieron acompañadas de un fuerte pedrisco que causó daños de diversa gravedad en unas 1.500 hectáreas de cultivo, sobre todo de caquis y cítricos, justo en pleno inicio de la campaña de recolección.
Los términos municipales más perjudicados por el temporal de pedrisco fueron Picassent y Benifaió. La piedra cayó de forma discontinua a lo largo de una franja de ocho kilómetros, principalmente en las partidas situadas entre la carretera Benifaió-Alfarp y la carretera Picassent-Montserrat. También se registraron daños aislados en términos cercanos como Picanya y Torrent, mientras que el granizo caído en puntos de Castellón como La Vilavella apenas causó siniestros relevantes en el campo. Las lluvias torrenciales causaron, también de manera localizada, arrastres de tierras y huertos anegados en zonas hondas o próximas a barrancos.
Los caquis acapararon los daños más graves por el pedrisco, al tratarse de una fruta con la piel muy sensible y al encontrarse en un estado fenológico avanzado, hasta tal punto que muchos de los frutos siniestrados ya estaban suficientemente maduros e iban a recogerse en breves días. AVA-ASAJA estima que las pérdidas oscilan entre el 30 y el 100% de los caquis, ya que hay campos con toda la producción llena de golpes que la hacen inservible para la comercialización.
Los agricultores afectados lamentan que “es una desgracia que después de todo el año trabajando, cuidando los árboles y tratando contras las plagas, llegue una tormenta de pedrisco y te deje sin cosecha que vender, en una campaña, además, que por la merma global de producción los precios pueden ser interesantes”.
En el caso de los cítricos, a pesar de que muchas hojas sufrieron destrozos, habrá que esperar varios días para ver detalladamente las cicatrices que la piedra pueda haber provocado en los frutos.
AVA-ASAJA, que insiste en la necesidad de asegurar las cosechas, ya ha iniciado gestiones con Agroseguro para poner en marcha cuanto antes las peritaciones, especialmente en las explotaciones de caquis en recolección, y adelantar así el pago de las oportunas indemnizaciones. Asimismo, la organización agraria solicita a las administraciones la puesta en marcha de medidas fiscales para aliviar las pérdidas sufridas por estas adversidades climáticas.
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