Cooperativa de Viver./EPDA
A las puertas
del Día Mundial de la Alimentación, celebrado
el 16 de octubre,
la Cooperativa de Viver defiende el papel de las cooperativas agroalimentarias como entidades clave en la transformación hacia un sistema
alimentario más sostenible, ya que es un sector en crecimiento dentro de
la industria
alimentaria, que aporta actualmente el 8,9% del PIB y el 11,3% del empleo en la economía española, según los últimos
datos.
Con el fin de consolidar a las cooperativas agrarias como agentes fundamentales en la transición hacia la alimentación
sostenible, el programa Sustentta ha seleccionado a 12 cooperativas del territorio nacional,
entre ellas la Cooperativa de Viver, para
acompañar su transición hacia prácticas cada
vez más sostenibles, ofreciéndoles
asistencia técnica, formación y asesoramiento, adaptada
a sus necesidades y posibilidades.
En un contexto donde la sostenibilidad y la
seguridad alimentaria son más cruciales
que nunca, las cooperativas se erigen
como actores clave en la búsqueda de una triple sostenibilidad: social, económica y ambiental. “Debemos
visibilizar y apoyar el compromiso de las cooperativas agrarias con la sostenibilidad, sin que esto implique
asumir una menor rentabilidad, ya que esto impactará
positivamente en el territorio”, explica
Lorena Tudela, parte del equipo técnico de Sustentta.
Desde la
Cooperativa de Viver apuestan por “generar un ecosistema
para personas con valores.
Creemos en la creación
de riqueza para nuestros socios pero también
en la generación de oportunidades para la gente joven de nuestros territorios.”
Dándole visibilidad al sector agroalimentario
Con la campaña #CooperativismoEs, las cooperativas participantes buscan
visibilizar la contribución del sector y su potencial para adoptar
modelos de producción más sostenibles.
Muestra de ello son las acciones
que ya se están llevando
a cabo en el marco
del programa Sustentta. Entre las que
destacan el trabajo con grupos de personas productoras de las cooperativas para la mejora ambiental de sus prácticas agrarias; el diseño de Iniciativas de Gestión Común destinadas a impulsar la recuperación de tierras y el relevo generacional a través de los canales cortos de comercialización; o la mejora en el aprovechamiento de los subproductos derivados
de la actividad agraria de las cooperativas.
Además, durante los próximos meses, se pondrán en marcha más acciones
piloto para seguir
impulsando la transición de estas cooperativas
agroalimentarias hacia sistemas
alimentarios locales y sostenibles. Entre ellas incluyen:
-
Acciones
orientadas a la digitalización, con
el desarrollo de aplicaciones informáticas para la mejora de la comunicación con las personas socias cooperativistas, y herramientas de gestión de venta conjunta para productores.
-
Acciones enfocadas a la generación
de nuevos servicios para el territorio, como el impulso de agrotiendas y la
realización de estudios para la detección de necesidades que puedan ser satisfechas por las cooperativas.
-
Acciones orientadas a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, como la capacitación en planes de mitigación de las emisiones generadas por las cooperativas y la
adquisición de vehículos eléctricos para el impulso de
canales cortos de comercialización.
-
Acciones para fomentar la transformación alimentaria, como la creación de obradores compartidos o la instalación de mejoras de la eficiencia en los procesos
de transformación.
El cooperativismo, un sector en crecimiento
Según los últimos datos del "Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español" (OSCAE) el sector cooperativo sigue creciendo. A lo largo
de los últimos años las cooperativas están mostrando una tendencia general muy positiva,
por cuanto que la facturación desde el 2006 se ha visto incrementada un +93% y el empleo directo
un +29%, evidenciando su relevancia como
motores económicos y como generadoras de empleo en los
entornos rurales donde se asientan.
“Las cooperativas agroalimentarias son las empresas
de las propias personas agricultoras y ganaderas, que se unen para
obtener una serie de beneficios comunes,
alcanzando un poder de negociación y una competitividad que les sería
muy difícil conseguir de forma individual”, explica Eva Torremocha, de Fundación Daniel y Nina Carasso, que
impulsa el programa Sustentta en colaboración
con Red2Red y con la participación de Agencia AGROA y Agencia turba!. “Consideramos que los valores de cooperación, aprendizaje y el bien común son indispensables para el desarrollo
humano y territorial. Las cooperativas
agroalimentarias, como agentes articuladores de la producción de
alimentos y ancladas en principios democráticos y de solidaridad, son actores indispensables de la transición hacia un sistema
alimentario cada vez más sostenible”, afirma.
El debate
público derivado de este contexto presenta un marco de oportunidad para la
definición de alternativas que permitan avanzar en la transformación del modelo de alimentación y la sensibilización en torno a modelos de producción más sostenibles, incluyendo acciones de adaptación para minimizar los efectos derivados del cambio climático. El gran reto de Sustentta es acercar herramientas y
estrategias que permitan una transición ecológica más justa.
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