Marta Barrachina, presidenta de la Diputación de Castellón. /EPDA Llega a su fin una semana apasionante, cargada de ilusión, de empeño y trabajo, pero sobre todo de excelencia y vanguardia.
El mundo ha tenido la oportunidad de admirar esta semana en Bolonia la creatividad y versatilidad de un producto que es emblema de esta provincia. El azulejo muestra su fortaleza en Cersaie y el mundo admira la plasticidad de un material que es sinónimo de riqueza para Castellón, músculo para la Comunitat Valenciana y progreso para España.
Lo hemos hecho posible, un año más, porque esta tierra la trabajan mujeres y hombres que no se arrugan ante la adversidad. Que plantan cara a quienes desconfían y redoblan esfuerzos para demostrar que somos cuna de éxito.
Y lo hemos conseguido, de nuevo, exhibiendo un músculo poderoso e inquebrantable, que no se amilana, sino que se muestra orgulloso porque sabe que la excelencia no admite copia. Y en Castellón somos auténticos y originales. Somos diseño en estado puro.
Hoy la Diputación Provincial de Castellón hace suyas estas virtudes apoyando este pilar de la economía de nuestra provincia. Inyectamos 80.000 euros a las más de 70.000 familias empleadas directa o indirectamente en esta industria y lo hacemos a través de la patronal, Ascer, para reforzar su trabajo de promoción exterior para que la cerámica de Castellón continúe llegando a todo el mundo. Destinamos 150.000 euros a la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC) para seguir liderando el I+D+i con el objetivo de evaluar energías alternativas, como el hidrógeno, en los hornos de fritas. Y apostamos con 14.750 euros a la Asociación Española de Fabricantes de Maquinaria y Bienes de Equipo (Asebec) para recopilar imágenes y grabaciones de maquinaria cerámica. El poder de un sector ligado a la industria cerámica que también ha viajado a Italia para exhibir en Rímini, en la feria Tecna, la fortaleza de un empeño que no tiene límites.
Porque si Castellón no descansa, la Diputación de Castellón tampoco. Toca plantar cara a un Gobierno de España que dirigido por Pedro Sánchez sigue ninguneando este bastión económico que es emblema mundial. Toca reforzar proyectos propios de innovación y desarrollo, como el Concurso Cerámico de Regeneración Urbana (CRU), Vigilancer y Solconcer, entre otros. Y toca recuperar el orgullo de esta tierra que ha dejado de arrodillarse para levantarse con determinación y reivindicar su momento. El momento de Castellón.
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