Acceso al mirador del GarbíDesde hace algunas semanas, el mirador del Garbí se ha convertido en un auténtico parque de atracciones para turistas. Un entorno natural frecuentado habitualmente por senderistas y aquellos que buscan la tranquilidad de la montaña y que, sin embargo, en los últimos días han visto como el mirador se ha llenado de curiosos que acceden, no por rutas de montaña, sino por las carreteras y en coche. Es tal la aglomeración de gente en el propio mirador, que cuesta encontrar un sitio para sentarse. Y lo que es peor, los coches de los visitantes se encuentran aparcados en la misma carretera, complicando la circulación y pudiendo suponer un problema en el caso de que ocurriese alguna emergencia. Además, los senderistas denuncian la falta de presencia policial que pueda garantizar un control del aforo y la propia seguridad de las personas. Y es que además de las fotos que se hacen los visitantes en el borde del precipicio, también dejan una considerable cantidad de basura en este emblemático espacio natural que está protegido.
El alcalde de Estivella, Rafa Mateu, explica a El Periódico de Aquí que “esta situación, con tanta aglomeración de personas y en zonas que presentan un riesgo de caídas, puede ser peligroso”. “Incluso por la cantidad de vehículos que están llegando pueden llegar a colapsar las vías de acceso, con el problema que representaría en caso de que hubiese una emergencia y no se pudiese circular o cruzarse dos vehículos de emergencias, ya que las carreteras son relativamente estrechas”, añade.
Mateu cuenta que es una situación que “se está viviendo en este y en otros parques naturales de España”, ya que, debido a la situación epidemiológica, “en lugar de meterse en un teatro o en un centro comercial, las personas ahora se van a la naturaleza en busca del aire libre”.
El alcalde afirma que “hay que tomar medidas” y en ese sentido “ya hay convocada una reunión con el director del parque para ver las soluciones que se pueden aportar”, sobre todo “por los riesgos de caídas”.
Por otro lado, el mirador del Garbí dispone de tres accesos: desde Serra, Segart y Estivella. Lo que “dificulta la tarea de controlar la entrada de estos vehículos”, añade el Mateu.
Segart, otro de los municipios que da acceso al mirador, también se ha visto afectado por la gran afluencia de vehículos en la zona. Así lo cuenta el alcalde Paco Garriga, que afirma que “el 80% de los que suben al Garbí o hacen la ruta de las Cadenas, aparcan en el pueblo, invadiendo parcelas, dejándo los vehículos en doble fila y bloqueando la salida del pueblo e incluso la circulación”, lo que supondría un problema en el caso de que una ambulancia necesitase pasar ante una emergencia. Una situación que “ha ido empeorando desde el inicio de la pandemia, sobre todo desde el desconfinamiento”. Se trata de “un pueblo pequeño que no tiene parking ni está preparado” para la llegada masiva de tantos visitantes, añade.
Garriga indica que todos los fines de semana llaman a la Guardia Civil para que acudan a poner orden, una tarea que en ocasiones también realizan los propios agentes forestales, pero que no llega a ser una solución al encontrarse cada semana con el mismo problema.
Al igual que el alcalde de Estivella, el de Segart confirma también la convocatoria de una reunión con la dirección del Parque Natural de la Sierra Calderona en la que esperan poder tratar el asunto para “poner una solución cuanto antes”.
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