Pantallazo de la web de la CHJ donde reconoce que no puede dar información precisa. /EPDAEl temporal que desde el lunes atraviesa la Comunitat Valenciana no ha hecho más que hacer crecer la brecha entre la Generalitat Valenciana y la Confederación Hidrográfica del Júcar, cuyo distanciamiento es evidente desde la devastadora DANA del 29 de octubre de 2024.
Y es que desde la Generalitat se considera muy significativo que la entidad estatal no pueda dar información real de la crecida en muchas zonas porque, según reconoce ella misma, hay sensores que no funcionan desde la DANA, pero no especifique que zonas son, ni cuantos sensores están fuera de servicio.
Aunque desde el Palau de la Generalitat no se piensa hacer ningún comentario fuera de las comparecencias oficiales de la portavoz del Consell, el enfado es patente en toda a la administración pública valenciana. “Ni siquiera han actualizado la web con los datos reales, alegando que el caudal es tan bajo que ‘no merece’ ponerse. Esto es una falta de transparencia total”, critica un cargo de la Generalitat Valencia que pide no ser identificado.
El enfado va a más y hay quien define la gestión de la CHJ como de “chapuzas e inseguridad inaceptable”, incompatible con una situación de emergencia.
La situación actual no hace más que convencer a la Generalitat de que todas las críticas que sufre el gobierno valenciano por la gestión de la DANA no son más que una campaña para evitar poner el foco en lo que se hizo mal en la Confederación Hidrográfica del Júcar, entidad dependiente del Estado. “El conseller de Emergencias ha cambiado, pero la delegada del Gobierno y el presidente de la CHJ son los mismos que no avisaron de la crecida del barranco del Poyo”, recuerdan desde la Generalitat.
Para la Generalitat, la CHJ sigue participando en el CECOPI sin credibilidad alguna. “¿De verdad alguien confía ya en su gestión?”, concluyen.
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