Se cuenta ahora en la región un total de 347.200 desocupados, de los cuales 98.200 son de larga duración /EPDA Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, presenta una nueva entrega del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente desde hace once años, profundiza en el grado de satisfacción de los trabajadores y trabajadoras de nuestra autonomía, así como en las oportunidades laborales del mercado de trabajo.
Para la realización del informe se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral.
En total, se analizan 16 subvariables diferentes1. En esta tercera y última entrega semestral del Monitor correspondiente a la última Encuesta de Población Activa nos centramos en los apartados de seguridad en el empleo y conflictividad laboral2 en la Comunidad Valenciana.
Seguridad en el empleo: el lastre del paro de larga duración
Este bloque del Monitor Adecco trata el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido. En el presente análisis ponemos el foco en el desempleo de larga duración y en la cobertura de la prestación económica para parados.
El paro de larga duración afecta al 32% de los desempleados valencianos
En España, de media, el aumento del número de parados de larga duración (aquellos que buscan empleo sin conseguirlo desde hace al menos dos años) se ha detenido: en los dos últimos trimestres este colectivo presenta pequeñas reducciones, aunque suficientes como para insinuar una reversión, siquiera tímida, de la tendencia al alza.
Mientras el número total de parados es de 3,02 millones (79.800 menos que un año antes), en el trimestre analizado se cuentan 853.600 desocupados de larga duración (58.400 menos que hace un año). Sin embargo, como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 30,1% del total, 3 puntos porcentuales más que un año atrás.
A nivel autonómico hay muchas situaciones diferentes. El caso general, que se da en ocho autonomías, imita lo ocurrido a nivel nacional: se ha reducido el número de parados de larga duración al mismo tiempo que también se ha acortado el colectivo de parados de corto plazo. Es el caso de la Comunidad Valenciana, y también de Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, y La Rioja.
En el caso valenciano, la caída del paro de larga duración ha sido más intensa: dicho colectivo ha tenido un recorte interanual de 7.800 personas, al tiempo que el paro de corta duración ha bajado en 800 personas. Se cuenta ahora en la región un total de 347.200 desocupados, de los cuales 98.200 están en tal situación desde hace al menos dos años.
El caso opuesto es el de seis regiones en donde han aumentado ambos grupos de parados: se trata de Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.
Las tres restantes comunidades son, por un lado, Cantabria, donde ha crecido el número de parados de larga duración, aunque ha bajado el de aquellos de corto plazo; y, por otro, Cataluña y la Región de Murcia, que son las únicas en donde se ha contraído la cantidad de parados de larga duración, al mismo tiempo que ha subido el de parados de corto plazo.
Un año atrás, Andalucía tenía la mayor proporción de parados de larga duración, con un 31,1%. En cambio, ahora hay cuatro autonomías que tienen una proporción mayor a la andaluza, que se sitúa en el 32% (+0,9 p.p.). Asturias pasa a encabezar las posiciones (35%; +4,5 puntos porcentuales), seguida por Canarias (34,4%; +5,4 p.p.). La Comunidad de Madrid se sitúa en tercer lugar, con un 33,2% (+9,8 p.p.). Tras ellas, con la cuarta proporción más elevada del conjunto autonómico se coloca la Comunidad Valenciana, con un 32% (+4,6 p.p.).
Pese a un incremento de 1,6 p.p., Baleares continúa siendo la comunidad con menor proporción de parados de larga duración, ahora con un 19,7% y la única donde esta variable es inferior al 20%. Le siguen Aragón (22,4%; +1 p.p.) y Cataluña (23%; +0,7 p.p.).
Dos de cada tres parados valencianos están cubiertos por una prestación por desempleo
En el conjunto de España, un 67,8% de los parados está cobrando una prestación por desempleo, que es una proporción 0,8 puntos porcentuales más alta que la de un año antes. Sin embargo, continúa siendo 0,8 p.p. inferior a la del último trimestre de 2019.
Extremadura (100,3%; +5,3 p.p.)3 lidera en este campo. Le siguen Cantabria (87,1%; +13,4 p.p., que es el mayor incremento entre las 13 autonomías que mejoran esta variable) y Baleares (81,4%; +0,5%). En cambio, las proporciones más bajas corresponden a la Comunidad de Madrid (47,4%; -8 p.p.; el peor resultado autonómico), Canarias (56,3%; -4,7 p.p.) y Navarra (61,7%; +5 p.p.).
La Comunidad Valenciana se cuenta entre las regiones donde la cobertura por desempleo ha mejorado. El incremento, de 3,4 puntos porcentuales, eleva esta variable hasta el 67,7%. Es decir, 2 de cada 3 desempleados valencianos están cubiertos por una prestación económica.
El hecho de que las tres regiones con mayor proporción de parados cubiertos hayan incrementado su grado de cobertura al mismo tiempo que las dos autonomías con menor proporción lo hayan disminuido, hace que la brecha entre comunidades se haya ampliado. Un año atrás, la diferencia máxima era de 41,3 puntos porcentuales, que correspondía a la diferencia entre Extremadura (95,1%) y La Rioja (53,8%). Ahora la brecha ha crecido hasta 52,9 p.p., que es la que se da entre Extremadura y Madrid, con los porcentajes recién indicados.
Conflictividad laboral: menos huelgas con menos participantes
A nivel nacional, el número de huelgas ha aumentado por sexto trimestre consecutivo, aunque a un ritmo más moderado, elevando la media nacional hasta 12,3 conflictos cada 100.000 empresas, lo que es un 5,7% más interanual. En la práctica, esta variable ha estado estabilizada a lo largo de todo 2022 en poco más de 12 huelgas por trimestre cada 100.000 firmas. Es una cantidad menor que, por ejemplo, las 16,8 huelgas de 2019 o las casi 14 de 2017 y 2018, para referirnos a años recientes.
La cantidad de conflictos ha crecido solo en cuatro autonomías. En tres de estos casos, los incrementos han sido significativos: el País Vasco, donde las huelgas han crecido un 35,3% en un año, hasta 131,1 cada 100.000 firmas, la mayor marca autonómica por amplia diferencia. También resulta amplio el incremento de las huelgas en La Rioja, que es de un 32,2%, aunque solo se han elevado hasta 19,1 conflictos, siempre cada 100.000 empresas.
En cambio, hay seis autonomías en donde el número de conflictos ha bajado a menos de la mitad en solo un año. Entre ellas, sobresalen los casos de Cantabria (-70,7%), Castilla y León (-64,9%), y Andalucía (-61,6%).
En la Comunidad Valenciana el número de huelgas ha tenido un retroceso interanual de un 2%, rompiendo una racha de seis trimestres consecutivos de incrementos, estableciéndose ahora en 4,5 cada 100.000 empresas.
Andalucía pasa a ser la autonomía con menor proporción de conflictos, con apenas 1,9 huelgas cada 100.000 empresas, que es el mejor dato para esta autonomía al menos desde 1999. Le siguen Canarias (con 2,1 huelgas, con un descenso interanual de un 29,5%) y Baleares (2,5 conflictos; -57%). Estas son las únicas tres autonomías con menos de 3 huelgas cada 100.000 firmas.
En la situación opuesta, las tres regiones con mayor cantidad de conflictos continúan siendo el País Vasco (131,1 huelgas cada 100.000 empresas, como ya se ha señalado), Navarra (ahora con 64,7 conflictos, con un descenso de un 22,7%) y Asturias (38,9 huelgas, también ya apuntado).
La cantidad de trabajadores participantes en huelgas ha caído por tercer trimestre consecutivo en el conjunto de España. En el último trimestre de 2022, el recorte ha sido de un 33,6% interanual. Una mayor cantidad de huelgas junto con una reducción de los participantes en ellas sugiere que, de media, cada conflicto ha tenido un seguimiento menor. En el cuarto trimestre de 2022 se han contado 16,3 huelguistas cada 10.000 ocupados.
El número de huelguistas se ha reducido en 15 comunidades autónomas. Solo muestran aumentos el País Vasco (+52,6% interanual) y Asturias (+70%). Otras tres comunidades destacan por el motivo opuesto: muestran recortes en el número de huelguistas de más del 95%. Son Baleares, que presenta un descenso interanual de un 97,5%, Cantabria (-95,9%) y Canarias (-95,4%).
En la Comunidad Valenciana, la reducción de la participación en huelgas es también muy significativa, con una caída interanual de un 79,5%. Así, han pasado a contarse solo 3 huelguistas cada 10.000 ocupados.
El País Vasco continúa siendo la región con mayor participación en huelgas, con 125,9 huelguistas, cifra que multiplica por 4 a la segunda autonomía con mayor proporción de huelguistas, que es Cataluña, con 29,7 participantes en conflictos (-15,7% interanual). La tercera autonomía con mayor proporción de huelguistas es Galicia, con 29 participantes, siempre cada 10.000 ocupados, cifra que recorta en un 24,4% el dato del año anterior.
Hay cuatro regiones con menos de 2 huelguistas cada 10.000 ocupados. Se trata de Baleares, con 0,4 huelguistas (-97,5%, como ya se indicó), Cantabria, con 0,7 participantes (-95,9%, también ya señalado), la Región de Murcia, con 1,2 huelguistas (-88,4%) y Canarias, también con 1,2 participantes cada 10.000 ocupados (la ya mencionada disminución de un 95,4%).
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