La 'catalanización' de la banca valenciana (II): El Sabadell se hizo con la CAM por 1€ y cerró el 42% de oficinas

El sistema financiero valenciano desapareció por la crisis de las hipotecas basuras del 2008 y los desmanes realizados por partidos políticos y otros representantes de los consejos de administración de Banco de Valencia, Bankia y la CAM, una circunstancia que fue aprovechada por la banca catalana para hacerse con las entidades valencianas a precio de saldo. Caixabank y el Banco Sabadell irrumpieron en la Comunitat Valenciana, la primera quedándose con el Banco de Valencia y Bankia, y el segundo, con la CAM. ¿Qué han ganado los valencianos con estas operaciones? Han perdido con el poder financiero autóctono, que ha pasado a Cataluña, y sufren una reducción del número de oficinas en la Comunitat Valenciana, por lo tanto, reciben un peor servicio. Sin ir más lejos, el Banco Sabadell ha pasado de 387 oficinas en 2015 a 223 en 2021., lo que reprseenta una reducción del 42%.

Las cifras de cierres oficinas bancarias en la Comunitat Valenciana tras la crisis de 2008 son elocuentes. Cada día y medio se ha cerrado una, afectando especialmente a las zonas más despobladas, pero también a las grandes ciudades, como la capital valenciana. En Valencia, sólo hay que pasear por sus calles y barrios, para ver cómo sucursales emblemáticas de la CAM, Bankia y el Banco de Valencia han ido cerrando sus persianas tras ser absorbidas por Caixabank y el Banco Sabadell. Por contra, en el pequeño milagro valenciano se encuentra la cooperativa Caixa Popular, que va a contracorriente, aumentado un 17% sus oficinas en la Comunitat Valenciana en el periodo de 2015 a 2021, pasando de 65 a 76. Un ejemplo, el histórico barrio de Ruzafa, donde Bankia contaba con una sucursal en el cruce de las calles Sueca/Literato Azorín, ahora su fachada está totalmente abandonada, con pósters de conciertos o propaganda electoral, amén de grafitis. Muy cerca del Mercado de Ruzafa, sin embargo, Caixa Popular abrió en diciembre de 2017 una de sus oficinas más modernas, concretamente en la calle Francisco Sempere, 12. La clave del éxito de Caixa Popular es su modelo de banca cooperativa, más social, cercana a las personas y a su entorno, así como el horario más amplio del mercado, puesto que abre al público por las mañanas y por las tardes.

Quince años después de las hipotecas basura, la banca sigue cerrando sucursales y empeorando su servicio, especialmente a las personas más mayores, que se manejan peor con las nuevas tecnologías. La gran banca catalana ha ido absorbiendo cajas y bancos valencianos para empeorar su servicio. El Sabadell ha impulsado un Expediente de Regulación de Empleo en el que multitud de oficinas han sido afectadas por el cierre o conversión, 44 en la provincia de Alicante, 30 en la de Valencia y 5 en la de Castelló. En total, la entidad planteó el cierre de 320 oficinas y la conversión de 176 en cajas avanzadas. Dicha reconfiguración afectó aproximadamente a un tercio de la red de oficinas de Sabadell en España, compuesta por alrededor de 1.500 sucursales en el año 2021, con una salida de personal de alrededor de 2.000 empleados, un 12% aproximadamente de la plantilla total.

La CAM es el acrónico de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, con gran presencia y poderío especialmente en la provincia de Alicante. Fue fundada en 1975, fruto de la integración de 29 entidades financieras en distintos momentos. Algo parecido sucedió con Bankia, heredera de Bancaja, como se publicó en El Periódico de Aquí en el número anterior. La CAM no pudo superar la crisis financiera de 2008 por su excesiva exposición al ladrillo y los desmanes y errores de sus gestores, entre políticos y sindicatos que componían su consejo de administración. Por ello, el 22 de julio de 2011 acabó siendo intervenida y nacionalizada por el Banco de España. Este abrió un proceso de subasta para su adjudicación, que acabó ganando el Banco Sabadell por el precio simbólico de un euro. Eso sí, con unas ayudas públicas de 5.249 millones de euros. Tras el visto bueno de la Comisión Europea, el 8 de diciembre de 2012 la CAM desaparecía para siempre absorbida por el Banco Sabadell.

La CAM pasó a llamarse así en 1988, pero anteriormente se denominaba Caja de Ahorros de Alicante y Murcia. Nació en 1975 por la fusión del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, la Caja de Ahorros de Nuestra Señora de los Dolores de Crevillent, la Caja de Ahorros de Novelda, la de Nuestra Señora de Monserrat, de Orihuela, la Caja del Sureste de España y la de Alhama de Murcia. Como sucedió con Bancaja/Bancaixa, la CAM fue creciendo al incorporar otras cajas, que hacían una labor social y económica importantísima en nuestro entorno. Así, en 1990 se incorporaba la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Torrent (l’Horta Sud) y en 1992 la Caja de Ahorros Provincial de Alicante y Valencia.

Los escándalos acompañaron a los últimos directivos de la CAM. De hecho, en octubre de 2017 la Audiencia Nacional condenó a cuatro exdirectivos por delito societario continuado de falsedad contable y delito de falsedad en la información a los inversores de la entidad.

Caixa Popular, a contracorriente. La entidad financiera valenciana ha obrado el pequeño milagro al crecer en número de oficinas frente al resto de grandes entidades, que se repliegan en la Comunitat Valenciana, y no dejar de crecer en número de clientes. A principio de este año ha superado ya los 250.000 y ultima la apertura de sucursales en Valencia, Bétera (Camp de Túria) y Cullera (La Ribera Baixa). El éxito de esta cooperativa, tan implicada en el tejido económico y social de los municipios y comarcas valencianos, quedó también reflejado en el beneficio de 18 millones de euros en 2022.