La escritora finalista del Premio Planeta 2024, Beatriz Serrano./EFE La escritora superventas Paloma Sánchez-Garnica ha ganado el 73º Premio Planeta, mientras que la finalista ha sido Beatriz Serrano, con la historia de una niña llamada Blanca que vive en un barrio en la ciudad de Valencia en la década de 1990 y cuya madre abandona a la familia.
Blanca, según Serrano, desarrolla una capacidad para obrar milagros, y el primero de ellos es matar a una niña que se reía de su situación familiar y se convierte en una chica solitaria, que al llegar a adolescencia se vuelve gótica y se refugia en internet, donde encuentra a un grupo de amigas que se convierte en su familia escogida.
"Blanca, al final, es una chica como todos, que trata de conectar con los demás, que trata de sobrevivir", ha añadido la finalista del Planeta, cuya novela se titular "Fuego en la garganta".
El premio Planeta, dotado con un millón de euros, ha sido para la novela 'Victoria', de Paloma Sánchez-Garnica, que narra la historia de una mujer del Berlín derrotado de la Segunda Guerra Mundial que se ve envuelta en una trama de espionaje.
La ganadora del Planeta, que ha recibido el galardón de manos del rey Felipe VI, se había presentado bajo el seudónimo de la poeta rusa Anna Ajmátova y había ocultado el título de su novela bajo el ficticio y cinematográfico 'Buenas noches y buena suerte'.
El jurado del premio, formado por José Manuel Blecua, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer -ausente por estar convaleciente-, Carmen Posadas, Luz Gabás, Eva Giner y la editora Belén López, como secretaria con voto, había elegido poco antes como finalista la novela 'Fuego en la garganta', de Beatriz Serrano.
Tras recoger el premio de manos del rey Felipe VI, Sánchez-Garnica ha explicado que esta novena novela suya "muestras la importancia del periodismo como depositario de uno de los derechos fundamentales en la sociedad civilizada, que es el derecho a la información veraz y contrastada".
Mientras se documentaba para su anterior novela, 'Últimos días en Berlín', la ganadora descubrió que "la semilla del odio no solo se encontraba, sino que también existían grandes grietas, en la que se consideraba la cuna de la libertad y de los derechos".
Sin embargo, en esa investigación descubrió "el profundo sur de los Estados Unidos con sus leyes de segregación racial, o el Nueva York del McCartismo, que desató una delirante persecución anticomunista que causó el sufrimiento a cientos de miles de personas, y que está en el trasfondo de la novela".
Sánchez-Garnica ha advertido que "ante todo, 'Victoria' es una historia de amor, sobre el poderoso efecto que provocan los vínculos amorosos, ese sentimiento que nos dignifica como seres humanos que siempre y en cualquier circunstancia encuentra un momento para surgir, para crecer y para mantenerse en el mundo".
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