Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
Ante la alarma
social creada en Quartell, desde Esquerra Unida quiero aclarar que en
la moción presentada solicitando la adhesión de Quartell a la red
de municipios por un estado laico, en ningún momento pedimos la
prohibición de que se celebren procesiones. Nada más lejos de
nuestras intenciones, las procesiones como manifestaciones públicas
y religiosas que son están garantizadas en el artículo 16.1 de la
Constitución. En el pleno municipal dejé muy claro que difícilmente
podíamos pedir su prohibición cuando vemos las procesiones como un
modo de expresión popular, que no compartimos, pero reconocemos que
parte de la clase trabajadora se siente identificada con este tipo de
manifestaciones.
Queremos dejar
claro que no somos anticlericales solo defendemos como bien dice el
artículo 16.3 de nuestra Constitución: ninguna confesión tendrá
carácter estatal. Respetando la declaración de los derechos
humanos, nosotros opinamos que todas las personas pueden participar
en los actos religiosos a título personal pero nunca en
representación del municipio, ya que convertirían un acto privado
en un acto publico.
Respecto al
discutido sexto punto de la moción. ¿Alguien vería normal que el
ayuntamiento cediera la glorieta del pueblo para que se instalara un
logo de una empresa privada a perpetuidad? Pues lo mismo sería
dejarlo a cualquier confesión religiosa para que instalara una
imagen o símbolo religioso a perpetuidad.
Por
último, nadie habla de prohibir. La moción vela por la igualdad
entre los ciudadanos. Yo no quiero expropiar nada, sencillamente
planteo la necesidad de avanzar hacia un Estado que respete todas las
sensibilidades y creencias. No vengo a prohibir ninguna procesión.