Alicia Giner. EPDA La afición por la lectura y la escritura es vínculo de unión. Mi padre entró a trabajar en ese diario decano de la región valenciana, "Las Provincias", cuando contaba tan solo 14 años de edad y salió de allí al jubilarse. Mi infancia y juventud se vieron custodiadas por un verdadero ejército de periodistas conscientes del poder de la letra impresa. A mis 20 años, una noche, en el cierre, mi progenitor me presentó un joven simpático y trabajador, un verdadero luchador. Una frase suya en el café más lectivo fue: La ciudadanía debe conocer los hechos y los conocerá porque tiene derechos, Alicia.
Él transmitía lo que sentía y ha luchado contra viento y marea sin descanso alguno en diferentes medios de comunicación.
Las redes sociales son en ocasiones la sorpresa más agradable y agradecida a tiempos pasados pues casi 30 años después, en Facebook contacté con Pere Valenciano. Lo invité a mí casa y ese café se vio cruzado por un viaje al pasado donde mi amigo entre líneas e ideas, un hombre íntegro y coherente al extremo, le explicó a mi pequeña quien era su tío Pere y que esas lágrimas solo eran espejo de alegría por el abrazo compartido de nuevo con su madre. Este había atado aún más el lazo demostrando per se su fortaleza y realeza.
En esas horas ya estaba inmersa en la redacción de "Juan Bautista Benlloch y Vivó. Cardenal Arzobispo de Burgos. Un valenciano universal". Un tema apasionante a juicio de ambos, somos dos amantes de la historia. Y mi querido Pere me habló sin demasiados detalles de cierto proyecto literario.
Al salir publicada mi novela, este periodista dueño de mi cariño me invitó a su programa de radio en la99.9 Valencia Radio, Líderes de Aquí.
No es ningún Pasapalabra, es un comunicador pleno de amor a Valencia y los valencianos.
Por supuesto le regalé un ejemplar de mi trabajo y en mis brazos cayó una novela cuyo título me llenó de sorpresa, "El zorro en el gallinero ". Al día siguiente cuando me levanté, abrir esas páginas y degustar el café matutino navegando por ellas fue una necesidad imperiosa.
Poco a poco me vi inmersa en una trama de corrupción situada en Canet, una preciosa zona de mi amada Valencia que se iba extendiendo a localidades adyacentes.
Da nombres sin temor alguno pues adjunta documentos que aportan hechos fácticos y en más de una ocasión me hicieron llevarme las manos a la cabeza.
Sinvergüenzas coartando incluso la libertad de expresión!!!! Pero, ¿a dónde vamos a llegar???
Amigos míos antes de hacer la cena me había leído el libro entero. Eso no es fácil en una mujer como yo pues soy crítica al extremo incluso para mí misma cuando cojo el bolígrafo. Son unas páginas de extremo interés y además reales en su contenido lo cual acrecenta su valor. Describe, narra, explica y comenta. Al terminar de leer entendí el porqué del título "El zorro en el gallinero"; es una metáfora perfecta!!! Los libros son como las películas, si se cuentan no se leen, por eso os recomiendo invertir vuestro tiempo en "El zorro en el gallinero".
Pere Valenciano, estoy muy orgullosa de ti. La palabra periodista alcanza en personas de tu valía su máximo exponente pues en ti el poder de la comunicación es una constante siempre latente. Me he sentido muy protegida a tu lado guiada por tu mano a ver cómo se mueve "El zorro en el gallinero".
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