Capítulo 1: ¿Tengo un plan?
Estamos llegando a esa etapa del año en la que todo “españolito” está soñando con esos días de merecidas vacaciones en la playa, el campo, la montaña, o incluso los más afortunados en unas islas paradisíacas. Seguro que muchos de vosotros ya habéis planificado con tiempo hasta los detalles de los sitios que vais a visitar y cómo deleitoso plato que estáis a punto de disfrutar, vuestra imaginación proyecta y acrecienta el deseo de que llegue el tan ansiado día. Es decir, ya tengo un maravilloso plan.
Pues, si para algo “banal” incluso tienes un plan, para algo tan importante como el control de tus finanzas ¿tienes un plan? Bien, si como un conocido anuncio dice: “el aperitivo a pagar”, “la excursión a pagar” .... y dicha marca comercial luego concluye con que no te preocupes que está todo incluido. ¿Es eso un plan? ¿Te están vendiendo seguridad y control de tus gastos? ¿Puedes aplicar de forma recurrente a todas tus finanzas?
Trazar un plan. Hagámoslo fácil
Empecemos por detectar los errores.
¿Cuál suele ser el primer error?, exactamente, lo que estáis ya pensando, -no gano suficiente, claro, es que, si tuviera más dinero, sería más fácil, es que, es que, es que.... -, la muletilla que nos autoconvence de que hacer posible lo imposible queda sólo para leyendas del deporte o como lema de una famosa marca de ropa deportiva. Pues no, forma parte de la historia de la humanidad, una y otra vez desde que el hombre es hombre. Pues para tomar el control de tus finanzas también hay que trazar un plan. Y para ello hay que poner la primera piedra con lo que tenemos, siendo más optimistas que pesimistas, pero sobre todo siendo realistas.
¿Qué es lo primero que apunto en el plan? Marcarme un OBJETIVO
Y segundo error, el primer objetivo no es perderme buceando entre los gastos, si no definir un objetivo realista de CAPACIDAD DE AHORRO MENSUAL en función de mis ingresos. Unas personas, será un 10% de sus ingresos, otras será un 15%, otras quizá sólo un 5% pero ese será nuestro primer objetivo.
¿Cuánto puedo gastar?
Sencillamente lo que me queda después de retirar mi objetivo de ahorro. ¿Y lo puedo gastar todo? Depende. ¿De qué depende? Del siguiente paso que voy a dar luego. Y sino lo gasto todo, que voy a hacer con ese sobrante. Muy fácil, será tu partida de imprevistos, que cómo pájaro de mal agüero siempre viene a visitarnos.
¿Necesidad o capricho?
Otro error muy común es no haber fijado un PRESUPUESTO. Después de haber restado nuestro objetivo de ahorro a nuestros ingresos mensuales, nos va a quedar un presupuesto para nuestros gastos habituales. Y ahora es cuando hay que ser más realista y riguroso que nunca. Debemos apuntar todos los gastos que tenemos incluidos los que NO SON MENSUALES: seguro de la casa, seguro del coche, las vacaciones, recibos bimensuales, trimestrales, escapadas, etc.…ah, y la partida de imprevistos, y presupuestar todo en términos mensuales. Ahora, llega el momento de la verdad, y es que a todos ellos tienes que preguntarles si son una necesidad o un capricho. No, no es lo que pensáis, el gasto en vacaciones y ocio es también una necesidad de la mujer y el hombre moderno, pero que tenemos que presupuestar en una cifra razonable, para no llamarnos al engaño, tanto en un sentido estricto como excesivo. Y además es ese merecido premio que tienes que dedicarte después de haberte esforzado en ahorrar. Aquí el sentido común me recuerda una frase de la infancia que decía: “todos los días no son domingo”. Lo especial no puede convertirse en habitual.
¿Qué nos queda? Hemos hecho lo más difícil, que es EMPEZAR. Pero nos queda el mayor reto: PERSEVERAR
Desde pequeños nos decían “la cabra tira al monte”. Tenemos cinco sentidos y estamos siendo “bombardeados” constantemente para que “tiremos al monte”. ¿Qué quieres decir? Que la esencia de una economía de mercado es que consumamos constantemente. Entonces, ¿el consumo es malo? No. Lo que es malo es que nos dejemos llevar por el consumo emocional y compulsivo de cosas que realmente no vas a necesitar y cuyo placer es “efímero”. Esas cosas son las que hacen que no consigas tus objetivos de ahorro que te has propuesto. Ahorro que te permitirá tener una mayor libertad financiera y conseguir cosas más importantes y necesarias en tu vida: el estudio de tus hijos, la compra de una casa, hacer un máster, pagar un curso para progresar en tu carrera, etc.... Copiando del mundo de la inversión podríamos decir que al igual que Benjamin Graham hablaba en su libro sobre “el inversor inteligente”, a mí me gustaría hablar, ¿por qué no?, de que seas un CONSUMIDOR INTELIGENTE.
¿Y cuando empezamos? “AHORRA” O NUNCA.
Y, entre tú y yo, que sepas que esto es para SIEMPRE, y mejor juntos, porque si caminas sólo llegarás más rápido, pero si caminas acompañado llegarás más lejos. Esto es una carrera de fondo y si quieres compañía en esta sección te vamos a estar siempre acompañando.
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