Muchos dirían que el PP de Castellón ciudad está hecho un flan. A
mi me gusta más decir que está como una gelatina. Solo con
mirarlos, tiemblan. Cuando pasa algo en Valencia, tiemblan. Cuando
los vecinos se movilizan reclamando sus derechos, tiemblan. Cuando en
una de las mil doscientas cincuenta y siete fotos de Carrasco
girl que mandan al día a los medios de comunicación
a ésta se le mueve el flequillo enlacado, tiemblan. Son un manojo de
nervios permanente. Gritos en el despacho de alcaldía, gritos en los
pasillos y grititos del saltimbanqui haciendo fotos. Un flan tiembla,
pero tarda en romperse. Una gelatina se fractura más pronto y,
cuando lo hace, todos la desprecian.
Resulta que los
nervios han llegado a tal extremo que nadie se habla con nadie en ese
partido que gobierna de rebote, sin que la mayoría de vecinos de
Castellón le haya votado para ello. La inquilina de la Casa de los
Caracoles, Susana Fabregat, amiga de Carlos Mazón, se
siente triste. ¿qué tendrá la princesa? La otra rubia natural,
Begoña Carrasco, ya no le habla, no le convoca a eventos del
Ayuntamiento, le ignora, hace que el sujetabolsos llame a los medios
de comunicación cuando éstos le dan más protagonista que a su
jefa. Ya no le “ajuntan”. Y cuando la Carrasco no “ajunta”
a alguien, ordena que todo su entorno le haga también el vacío.
¿Por qué ese
nuevo odio de la inquilina de la plaza Mayor? Cuentan que hace unas
semanas el presidente Mazón le dijo a la Carrasco que
no repetiría como candidata a la alcaldía. ¡Lo dice el presidente
que tiene los dos pies y medio cuerpo fuera de la Generalitat y de su
propio partido! En fin, que el aún president y Susana Camarero
parece que ya no se “ajuntan” con la primera edil castellonense.
Claro, que ésta,
al parecer, tampoco se lleva nada bien con la presidenta de la
Diputación, Marta Barrachina. Se ve que a la Carrasco
no le gustan las personas que trabajan, gestionan y, en consecuencia,
empiezan a ser reconocidas por ello y no por las fotitos en redes
sociales. ¡Cachis! La provincia tampoco quiere a la que se
autoproclamó como gran apoyo de Casado en el PP local.
No la quieren en
Valencia, no la quieren en la provincia, … y parece que parte del
partido de la ciudad tampoco la quiere. Al menos, algunas caras del
PP local se han dejado ver en reuniones en Valencia. Además, el
creciente liderazgo de Camps en el partido también pone de
los nervios a la Carrasco. Total, que aquí nadie se aclara.
¿Será que no hay liderazgo? Me temo que sí, a pesar del ejército
que la Carrasco ha contratado con el dinero de los
castellonenses para parecer la más guapa del reino y que el espejito
mágico le diga que es la mejor.
¡Ah! Se me
olvidaba. Y por si fuera poco, el sector fabrista tampoco la quiere
ni en pintura.
PD: Con el
asfaltado de la carretera junto al río Seco han aparecido badenes.
Igual colocan alguno de ellos junto a los terrenos del flamante Hotel
Rural (resulta chistoso hasta escribirlo) aprobado en la Marjalería.
También hay terrenos por ahí que más bien parecen campiñas
toledanas. Cuando el agua se estanca entre badenes, el olor es
hediondo.
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