Pie de fotoQué duda cabe que las redes
sociales y los foros están para algo: para escuchar a la gente. Una premisa
básica pero que no todas las marcas, empresas e incluso cadenas y productoras
de televisión siguen. Si éstas pasan de las redes, ¿para qué existen entonces?
No solo se trata de “estar” en estos nuevos canales de comunicación e
información tan en boga, sino además de saber para qué sirven y cuál es su
finalidad.
Digo esto porque hace meses,
cuando empezamos a saber los nombres de los concursantes de la nueva edición de
Tu cara me suena, redes y foros
clamaron casi en una misma dirección: el casting no estaba siendo nada atractivo.
Ni Gestmusic, ni Tinet Rubira, ni Antena 3 (que imagino algo tiene que ver en esto) hicieron caso a
la audiencia. ¿El resultado? Tu cara me
suena 6 está siendo una decepción no solo en audiencias, sino también en
impacto social y poder de convocatoria.
Nos han vendido esta edición
como “la mejor de la historia” (me suena a eso de GH Revolution, puro marketing).
Y quizás están en lo cierto. Vocalmente puede ser la mejor de la historia pero
la gente en sus casas no busca la perfección absoluta, busca diversión, busca
pasárselo bien, busca quedar a cenar con sus amigos un viernes noche y esperar
que llegue el momento de reunirse todos frente a la televisión para ver Tu cara
me suena como consiguió el año pasando superando a dos pesos pesadísimos: Sálvame Deluxe y La Voz. Este año, no hay pizzas.
A su favor, esta edición de
TCMS (premio Aquí TV al Mejor Talent Show)
sí es la mejor en voces, en escenografía, en plató, mantiene un jurado perfecto
que se complementa a las mil maravillas y donde Chenoa y Lolita han
resultado ser más apetecibles visualmente que Mónica Naranjo. Todo eso está claro. Pero no hay diversión, no hay
morbo por ver actuaciones, no hay personajes famosos en resumidas cuentas que
nos atraigan a encender Antena 3 el viernes por la noche como las ediciones
pasadas.
Está claro que el consumo
nacional -una tendencia que se viene dando ya en teles de todo el mundo,
empezando por EEUU- está en mínimos históricos, que la gente cada vez más ve la
televisión en streaming, por ejemplo. Pero las audiencias de TCMS6 aunque muy
buenas no están siendo todo lo brillantes que Antena 3 y me atrevería a decir
Gestmusic esperaban. De hecho desde su estreno hace unas pocas semanas el
programa ya ha perdido un par de puntos y 400.000 espectadores. Y si la edición
pasada ganó a La Voz, ahora excepto en la expectación del estreno no consigue
ganar al talent de Telecinco que ha
bajado menos que el programa de imitaciones de Antena 3.
Los fans del programa
avisábamos por redes y foros: el casting está siendo “demasiado desconocido”. Y
nadie nos hizo caso. ¿Entonces para qué opinamos? ¿para quién se supone que
hacen la televisión las cadenas para ellas mismas o para el espectador? Veamos,
¿la mayoría de gente (a no ser que estés demasiado involucrado en este
mundillo) conocía a nombres como Lucía
Gil, Pepa Aniorte, Miquel Fernández o
Raúl Pérez? No. ¿Es La Terremoto de Alcorcón un personaje cómico a la
altura de Llum Barrera, Yolanda Ramos,
Silvia Abril o Florentino Fernández
que nos empuje a esperar como agua de mayo su actuación? No. ¿David
Amor o Lucía Jiménez en TCMS?
¿en serio?
Aún estamos lejos de hablar
de cifras totales y balances absolutos, y más con este consumo cayendo en picado
en la franja del prime time, las audiencia por ahora van así: media de Tu cara
me suena 5, 3,2 millones. Media de Tu cara me suena 6, 2,3 millones. ¡Casi
1.000.0000 de espectadores menos! Y es que no basta en buscar actuaciones
técnicamente perfectas. Los encargados del casting de TCMS se han tomado
demasiado en serio a sí mismos y han desmerecido este año el gamberrismo y el
cachondeo en el sentido literal de la palabra que la gente busca al ver Tu cara
me suena. ¿El resultado? Un programa que no está llamando la atención del
espectador como antaño. Una pena.
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