Imagen de archivo del puerto de Valencia. EFE/ Biel Alino
El 80 % de las empresas exportadoras valencianas resistió bien la crisis provocada por la pandemia del coronavirus en 2020 y un 14 % mejoró su capacidad de recuperación al año siguiente, si bien no pudo llegar a los niveles prepandemia.
Las pequeñas y medianas empresas son la que han mostrado una mejor adaptación y recuperación tras la pandemia, según los resultados del informe "La resiliencia de la empresa exportadora de la provincia de Valencia ante los desafíos globales", presentado este jueves por CaixaBank y Cámara Valencia.
El estudio refleja que el sector exportador de distribución comercial es el que registra el mayor nivel del indicador de resiliencia, y también un mejor comportamiento en los últimos años incluso durante la pandemia.
En segundo lugar se encuentra el sector servicios no comercial -sin incluir logística y transporte, que ha sido el más afectado por la crisis de la pandemia-, aunque la recuperación en 2021 ha sido parcial, sin alcanzar los niveles de 2019.
La industria exportadora valenciana se ha caracterizado por haber mantenido a lo largo del período analizado un nivel medio de resiliencia estable, lo que pone en evidencia su competitividad y capacidad de adaptación a los cambios en los mercados exteriores.
La industria de alimentación y bebidas ha sido la que ha mantenido un nivel de resiliencia más estable. Las empresas industriales del textil y confección, productos metálicos y papel son las que han registrado un mejor comportamiento.
Para hacer estos análisis se ha utilizado el Indicador Z-SCORE DE Altman, que constituye un instrumento válido y sencillo que conjuga la evolución de los márgenes empresariales, el crecimiento de ingresos y en qué medida las empresas disponen de beneficios destinados a la inversión, según las fuentes.
En conclusión, el estudio señala como fundamental que la empresa cuente con una buena salud y gestión financiera para que pueda dedicar recursos y estar preparada ante los cambios que se avecinan y para llevar a cabo acciones proactivas y multidimensionales que les permita fortalecer su resiliencia en un entorno internacional más incierto y volátil.
Esos recursos deben dedicarse a invertir en diversificar mercados y productos, reducir dependencias en las cadenas de suministro; invertir en tecnología (automatización, Big Data, Inteligencia Artificial), fomentar la flexibilidad y la colaboración, analizar y gestionar riesgos, y desarrollar las capacidades de sus equipos de trabajo.
En este sentido, las autoridades deben crear un entorno normativo, fiscal y económico propicio para que las empresas afiancen su resiliencia y su posición en los mercados exteriores, contribuyendo al crecimiento y desarrollo económico provincial, regional y nacional.
La directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, han presentado el informe, fruto del convenio entre ambas entidades.
García ha asegurado que las empresas que exportan son más competitivas e innovadoras, invierten más en investigación y desarrollo de producto, en digitalización y en sostenibilidad, valores que las sitúan como empresas atractivas, a la vez que incrementan el nivel de desarrollo de la economía valenciana.
Por su parte, el presidente de la Cámara ha afirmado que el tejido empresarial valenciano está demostrando en los dos últimos años una capacidad de resistencia que pone de manifiesto su competitividad y fortaleza en los mercados exteriores.
El informe ha analizado 2.800 empresas exportadoras de la provincia de Valencia que se caracterizan por la regularidad de sus actividades de exportación (Valencia es la tercera provincia exportadora).
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