El director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, y el donante, Ángel López García-Molins, nieto de Antonio García-Molins, dueño original de la serie completa y que tras adquirirla en Múnich la tenía guardada en una estantería de su biblioteca, en una imagen difundida por la Generalitat. /EFEEl Museo de Bellas Artes de València expone hasta el próximo mes de julio diecisiete de los ochenta grabados que componen la serie "Caprichos" de Francisco de Goya que ha le ha donado Ángel López García-Molins, y en marzo habilitará una sala exclusiva para exhibirlos de forma completa.
Así lo han explicado este viernes el director del museo, Pablo González Tornel, y el donante, Ángel López García-Molins, nieto de Antonio García-Molins, dueño original de la serie completa y que tras adquirirla en Múnich la tenía guardada en una estantería de su biblioteca.
Goya (1746-1828) realizó esta producción en blanco y negro a raíz del viaje que hizo por Andalucía acompañando a los duques de Alba a su palacio de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) entre 1796 y 1797, para reflejar aquella España en la que el atraso, la superstición, la superchería y la incultura ofrecían una visión muy negativa de la realidad del país.
Gónzalez ha recalcado que los "Caprichos", además de contar con un autorretrato del pintor aragonés, afrontan temas como la brujería, la crítica al matrimonio concertado, la prostitución, la ignorancia, la vanidad, la ociosidad de la nobleza y las criaturas grotescas.
Ha añadido que se trata de la serie grabada e impresa por la Calcografía Nacional en 1868, en la que Goya desarrolló su visión más personal de la realidad que le rodeaba y que continuó, ya durante las primeras décadas del siglo XIX, con las de ‘Los desastres de la guerra’ (1810-1815), la ‘Tauromaquia’ (1816) o los ‘Disparates’ (1816-1820).
También ha recordado que la serie de los "Caprichos" se publicó por primera vez en 1799 y recoge la reacción de Francisco de Goya a la grave crisis derivada de su enfermedad entre 1792 y 1794 que le dejó sordo.
El director de la pinacoteca ha explicado que por ahora solo se encuentran expuestos diecisiete de los ochenta grabados "por motivos de espacio" y ha apuntado que al tratarse de grabados de papel no se pueden exponer de manera continuada, por lo que estarán expuestos hasta principios de julio y será en marzo cuando se habilite una sala para exponer las 80 obras.
El donante de la colección ha recordado este viernes: "Cuando mi abuelo vino a España guardaba los grabados en la estantería de su biblioteca, pero no era consciente del valor que tenían; fuimos mi mujer y yo los que nos dimos cuenta que tenían un gran valor y tenían que estar expuestos".
López ha explicado que de sus cinco hermanos él era el único que quería que la colección se expusiera, ya que el resto quería venderla, y por ello su madre le dejó la colección a su nombre.
"El hecho de exponer las obras es para poner en valor el trabajo de Goya y honrar la memoria de mi abuelo", ha concluido.
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