Boda de Juan José (Hijo de Francisco) y Resure. / JSM Existe una libreta que recoge las memorias de Francisco Ibáñez, un hombre de Casinos, que para aquella época puede calificarse de erudito, además de ilustrado y docto, con una visión de futuro para dejar constancia de aquel acontecer diario, así como de narrar hechos ocurridos en la época. Esta obra lleva por título: “Libro de guerras y desgracias y tronadas y suicidios.”
En el año 1888, la familia vivía en la Calle San Antonio Nº 1 y estaba compuesta por: Vicente Ibáñez, el padre de 57 años de edad, la esposa, Juana Sancho de 49 años de edad. Los hijos: Arcenio Ibáñez de 29 años, Francisco Ibáñez de 22 años, José Ibáñez de 21 años, Catarina Ibáñez de 14 años y Juan Ibáñez de 9 años de edad.
En el censo de 1892, Francisco Ibáñez Murgui, sigue viviendo en San Antonio 1, y su padre con el resto de la familia en la calle Mayor 3. El 29 de septiembre de 1892, está registrada la muerte de Francisco Ibáñez Sornosa de 3 años de edad hijo de Francisco y de Francisca, que sería un hijo fruto de su matrimonio.
En una de las páginas de la libreta hace referencia a su familia y lo cita como: “Caso curioso”:
“Mi abuela paterna, se llamaba Miguela, la abuela materna de ella también se llamaba Miguela, a mi padre Vicente, al padre de ella también Vicente, mi madre murió de cólera, su madre también de cólera; mi padre se casó con una Juana, su padre con otra Juana, la mía coja, la de ella tuerta; yo tengo un hermano José, ella otro hermano José; yo me llamo Francisco, y ella Francisca, y los dos tenemos un dedo en la mano derecha con la uña doblada, los dos iguales.”
En la página Nº 62 nos habla del año 1919, y nos dice: “Día 3 y 4 de febrero llovió mucho. Día 18 mató el carro a uno de Titaguas bajo de la casilla en la alcantarilla, se llamaba Pedro Martín Mellado, casilla del Carril.
Día 23 por la noche se mató Isidro Gabarda un poco más arriba de Liria. Día 5 de mayo tronada y mucha piedra. Día 1 de junio llovió mucho, día 12 de julio llovió, día 30 tronada, llovió muchísimo. Se hizo el cine.”
De 1929, hace cien años nos dice: “Día 18 de marzo se mató el carretero de vino de Campanar en la Sevineta. Este año fue llovedor, se renovó el pozo y se hizo la escalera para bajar siendo Alcalde Juan Manuel Murgui Muñoz.”
En la página Nº 3 recto, describe el año 1924, y dice: “Año bisiesto. Días de lluvia en este año en el mes de enero el día 16 a las dos de la mañana llovió un poco. Febrero día 9 y día 10 llovió otro poco, día 16 todo el día lloviznando y el día 17 hasta medio día, pero en los dos días, llovió poco, el día 19 por la noche y el día 20 todo el día y noche y el día 21 hasta las diez sin parar de llover.
Marzo día 29 a las dos de la mañana se puso a lloviznar todo el día y el día 30 domingo todo el día y por la noche llovió bien, día 31 por la tarde tronada, llovió un poco. Día 1 de abril, por la tarde llovió un poco, cayó granizo, y por la noche llovió mucho. Día 5 por la tarde llovió un poco, día 7 desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde lloviendo; día 8 desde las 2 de la tarde hasta las 4 algún trueno y bastante agua.
Día 19 de junio Corpus, toda la tarde tronando y sin llover solo unas gotas. Día 21 de julio toda la tarde tronando y llovió solo una borrasca. Día 12 de agosto toda la tarde tronando y sin llover y por la rambla bajó mucha agua. Septiembre día 6 por la noche tronada, llovió mucho. Octubre día 17 toda la tarde lloviendo y toda la noche y el día 18 todo el día, y el día 19 domingo por la tarde también llovió.
Noviembre día 5 por la noche tronada y llovió un poco. Día 10 llovió un poco, día 23 todo el día nublo y lloviznando y el día 24 también y por la noche llovió algo, día 26 nublado, día 27 de las 7 de la mañana hasta las dos de la tarde sin parar de llover de aire poniente. Día dos de diciembre por la noche tronando de 11 a 12 llovió. Diciembre día 26 por la noche llovió de 8 y media hasta las 10 y las 12,”
Esa fue la explicación de la pluviometría de Casinos del año 1824.
Son muchos los datos y anécdotas que se relatan en este interesante documento, hoy a modo de introito levanto esta crónica, quedando otras pendientes de salir a la luz, recordando eventos y momentos de nuestra historia. Sirvan estas líneas como un pequeño recuerdo a esta querida familia de artesanos, de la que ya solo quedan nietos y biznietos.
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