Planificar nuestros viajes puede darnos grandes ventajas. /EPDA
Planificar es, muy probablemente, la parte más importante de
cualquier periodo vacacional. Tanto si sabemos con antelación las
fechas de nuestras vacaciones, como si se nos comunican a última
hora de qué días disponemos, nada nos librará de navegar entre un
montón de webs de compañías de transporte, alojamiento e incluso
de información turística que nos ayuden a tomar la decisión de
donde pasaremos nuestros principales días de descanso del año.
Todo este proceso puede ser abrumador, especialmente cuando tenemos
que decidir a última hora, por eso vamos a explicarte un sencillo
método, que utilizan reconocidos bloggers de viajes para decidir a
dónde ir cuando han de iniciar una nueva travesía y que consiste en
responder a tres sencillas preguntas.
1) ¿Vas a ir con tu coche o en otro medio de transporte?
Podría parecer que cualquier planificación ha de empezar por los
días en los que viajarás, pero si lo piensas un poco verás que no
es lo que más marca al viaje. Lo normal al afrontar un viaje es que
tengas entre una semana y un mes de vacaciones pero que no gastes la
totalidad de esos días en el destino final. Así que todos los
expertos aconsejan empezar que empecemos calculando el gasto del
transporte porque este condicionará todo lo demás.
En verano la opción más cara suele ser el avión, y la más barata
el coche. Has de tener en cuenta que en España asociamos el coche
con el turismo nacional, pero en realidad es un medio versátil que
te permite crear rutas con varias paradas, y que incluso puedes
llevar hasta islas gracias a los servicios de ferry que ofrecen
compañías (sin ir más lejos Trasmed
une la costa valenciana con Baleares y, si te acercas a Barcelona,
puedes incluso desembarcar en Italia, muy cerquita de Roma sin tener
que cruzar Francia y media Italia conduciendo).
Eligiendo primero el transporte matarás dos pájaros de un tiro:
delimitarás la zona geográfica por la que vas a buscar tu destino
de vacaciones y sabrás cuánto te queda de dinero para el
alojamiento.
2) ¿En qué fechas vas a ir?
Como hemos dicho antes, cuando vamos a planificar unas vacaciones
sabemos cuando salimos del trabajo y cuando volvemos a él, pero
también sabemos que no vamos a estar todos esos días de viaje. Lo
que nos permite una flexibilidad que puede ser muy ventajosa si la
aprovechamos bien.
Y es que el precio del alojamiento es el otro gran condicionante a la
hora de decidir nuestro viaje, y el precio del mismo dependerá mucho
de la temporada en que viajemos y de si vamos entre semana o en fin
de semanas.
Busca por días para ver cuáles son las mejores ofertas y adapta tu
viaje a ellas. Verás como sacas mucho más partido a tu presupuesto.
Vamos a verlo con un ejemplo. Pongamos que viajamos en coche desde
el Sur de España y nos apetece hacer turismo de montaña en el
Pirineo para aprovechar sus ofertas fuera de la temporada de esquí.
Pues si salimos entre semana podemos buscar las ofertas de última
hora de hoteles en la costa para planificar una escala de un día de
playa antes de retomar nuestro viaje en busca del verde de la
montaña.
Además también es interesante que mires a ver si hay fiestas y
actividades en los municipios cercanos a tus destinos para ver qué
hacer en el lugar y evitar las fechas en las que los alojamientos se
disparan.
3) ¿Cuánto vas a gastar en comida y ocio?
No nos cansaremos de repetirlo. Es importante poner un tope. En
vacaciones es normal relajarse y no pensar en lo que consume, pero
esa actitud también puede llevar a importantes dolores de cabeza en
la cuesta de septiembre.
Por ello te recomendamos que antes de salir marques un presupuesto de
cuánto vas a gastar. Y es una buena idea que lo tengas en una
tarjeta monedero, o en una cuenta aparte, con la que pagues todos tus
gastos en el lugar de vacaciones. Así no tendrás que ir contando
dinero, pero tú mismo te regularás cuando la tarjeta se acerque al
final del saldo.
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