Cisterna Casinos. / Archivo JSMS. Este era el título de la crónica que publicaba el Delegado de Cultura y Formación de Casinos, Antidio Domingo. Hacía una reflexión bajo mi punto de vista que después de pasar cincuenta años, sigue siendo necesario revisarla, porque las fiestas en Casinos y su organización, sigue sin estar definida, y aunque parece que hayamos encontrado en la actualidad el modelo perfecto, pueden surgir altibajos, que dificulten la organización de las mismas.
En aquellos años las fiestas las organizaban los Clavarios, respetando siempre el Patronazgo municipal de la titular Santa Bárbara, sabemos que de 1975 a 1977, existió una Comisión de Fiestas que fue efectiva durante solo tres años. En 1992 también hubo un cambio radical en el acontecer de las fiestas, separando los caminos de la Cofradía, y el resto de actividades lúdicas, camino que desembocó en 1997, volver a organizar las fiestas los Clavarios del santísimo Cristo de la Paz. Desde 1997, hasta el año 2015 organizaron las fiestas los Clavarios, a excepción del 2013 que ya se intentó poner de nuevo una fórmula mixta separando la clavaría de las fiestas populares.
Desde el año 2016, tenemos els Festers, por una parte; lo que es la Fiesta del Santísimo Cristo de la Paz, por otra, y está funcionando con normalidad. ¿Será esta la formula adecuada? Solo el tiempo será testigo, y lo encomiable es animar a la gente joven a que haga buenas fiestas y administre con transparencia el peculio caudaloso que recibe de la venta de cartonets, rifas y demás horas de trabajo que invierten recogiendo fondos para hacer unas fiestas dignas y acordes al pueblo de Casinos.
Volviendo a 1970 centro mis palabras en lo que escribía Antidio Domingo: “Cada vez estamos más convencidos de la necesidad de organizar y encauzar esto de las fiestas patronales por derroteros más firmes y seguros pues aun siendo mucho lo realizado con rotundo éxito los tres o cuatro últimos años, es necesario afinar aún más la puntería para que lleguen a ser lo que pueden ser, y el pueblo nuestro se merece.
Yo por si sirve de algo quiero dar mi modesta opinión y con la experiencia vivida en otros pueblos que lo vienen haciendo con notable éxito, propondría lo siguiente: Organizador el Ilustre Ayuntamiento, el cual nombraría el correspondiente ponente de fiestas. Clavarios perpetuos los jóvenes reclutas que entran en la Caja cada año, en coordinación con todas las Cofradias de la Parroquia, entidades económicas, culturales, etc…; pues los Casinenses presentes y ausentes se han habituado ya, y no conciben unas fiestas sin toros, tiro al plato, disparás, y concursos de toda índole, y esto cuesta cada día más trabajo y más dinero y poniendo cada cual nuestro grano de arena se puede hacer todo lo que se quiera y sin que las fiestas sufran esos altibajos que venimos padeciendo y que no tienen razón de ser.
Unas buenas fiestas prestigian al pueblo que las realiza, estas arrastran a todos los Casinenses ausentes, amigos y simpatizantes, que Casinos tiene muchos, y si no vienen muchas veces es porque no les damos alicientes.
Démosles estos con unas buenas fiestas, con un Parquee Polideportivo en el Pozo del Carmen, y no olvidemos que el “Gran Casinos” está ahí a la vuelta de la esquina con la gran transformación que ello supone. Estamos en plena “Era Atómica” en que el nivel de vida sube vertiginosamente en donde cada vez es más fácil morir de “trompá” y la gente quiere después de cubrir las necesidades más elementales y cumplir con la pesada tarea de trabajo, divertirse lo más posible y por si acaso viene un terremoto como el de Perú, “que nos quiten lo bailao”.
Este es el signo de nuestro tiempo, y quien se anticipa a él con visión de futuro juega con mucha ventaja, y ahí quedan esas ideas por si sirven para algo, si alguien las tuviera mejores “cuanto más azúcar más dulce”, yo con lo dicho me quedo tranquilo.”
Era la opinión de Antidio Domingo, Corresponsal de Prensa y Delegado de Cultura y Formación, en 1970, hombre que escribió de Casinos durante varias décadas. Cincuenta años después se puede advertir en la lectura de sus textos que fue un gran visionario del acontecer festivo de Casinos. Posiblemente dio una solución de continuidad al proponer que fueran los Quintos de cada año, los responsables de organizar las fiestas en coordinación con las entidades locales.
Todos conocemos la fuerza de la noche de los Quintos y Quintas de Casinos, ya es un clásico en nuestras fiestas… Como escribí al principio, solo es cosa de tiempo. La potencia y capacidad de mejorar siempre es posible desde la buena voluntad y las ganas de hacer bien las cosas. Casinos siempre ha tenido y merece unas buenas fiestas, dignas de vivirse con unas jornadas repletas de actividades lúdicas y festivas para el solaz esparcimiento, festejar la memoria de nuestros santos patronos, hacer ese parón necesario, para coger fuerzas, cargar energías y empezar en septiembre la actividad para vivir ese nuevo año que nos conduce a la habitual exclamación de que cuando entra el Santísimo Cristo de la Paz en la iglesia, el día 18 de agosto por la noche, todo se acaba, el verano finaliza, Casinos se apaga, y hay que volver a empezar.
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