La condena a 10 años de cárcel por el Caso Erial al que fuera presidente de la Generalitat Valenciana y ministro del Gobierno de España con José María Aznar, ha caído como una bomba, pero como siempre, llega tarde. Porque los controles no funcionaron durante sus mandatos y porque la justicia llega tardísimo. Porque el exministro y expresident de la Generalitat
Eduardo Zaplana ha sido
condenado a penas que suman 10 años y 5 meses de prisión por cohecho, blanqueo de capitales, falsedad y prevaricación en la privatización de las ITV y las adjudicaciones del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana.
Zaplana fue alcalde de Benidorm de 1991 a 1995 gracias a la compra de una tránsfuga socialista. No pasó nada. Su partido no hizo ni dijo nada.
Fue presidente de la Generalitat Valenciana de 1995 a 2002, cuando fue nombrado ministro del Gobierno de Aznar. En el año 1997 privatizó las ITV, donde pegó buenas mordidas. Esto es, sólo dos años después de llegar a la Generalitat Valenciana.
Recordemos. Zaplana fue alcalde gracias a comprar a una tránsfuga. No pasó nada. Llegó a presidente del PP valenciano y en 1995 a presidente de la Generalitat con el apoyo de Unión Valenciana. Acabó por comprar a dirigentes del partido que fundó Vicente González Lizondo, absorbiendo al partido nacionalista. En el periodo de Zaplana desapareció el Banco de Valencia y las cajas de ahorro, tanto Bancaja como la CAM, creó la Academia Valenciana de la Lengua y en su tiempo engordó Canal 9 y se convirtió en TeleZaplana. Proclamó falsamente el poder valenciano en Madrid. Lo único que hizo fue enriquecerse y comerse a un partido de estricta obediencia valenciana.
Y todo ello con numerosos silencios cómplices.