Lo que se suponía que iba a ser un encuentro cultural apasionante ha acabado siendo una pesadilla para un centenar de valencianos, pertenecientes a tres grupos de cultura popular valenciana, que se apuntaron a participar en la Europeade en la la localidad italiana de Nuoro, un encuentro de folklore y cultura popular que se está celebrando en la isla de Cerdeña.
El encuentro estaba abierto a la participación, pero nada más, los participantes debían pagar dinero por acudir al festival, aunque la cantidad incluía el alojamiento y bonos para la comida. Eso animó a tres grupos de danzas de la Comunitat Valenciana a apuntarse a la que esperaban que fuera una gran experiencia veraniega en la que difundirían la cultura valenciana a la vez que aprendían de tradiciones populares de toda Europa. Según confirman desde Cerdeña, los grupos valencianos han gastado una media de 500 euros por persona para participar en la Europeade.
Sin embargo lo que han descubierto al llegar a la isla ha convertido la alegría en indignación. Los participantes se encontrado con su alojamiento consistía en un polideportivo sin apenas ventilación, en el que se han se han dispuesto más de 200 camillas, similares a las que se habilitan cuando hay que desalojar una población por una catástrofe natural, y que han de dormir todos en la cancha del polideportivo, sin muchos de los servicios que se consideran básicos.
El polideportivo sólo cuenta con dos baños (uno para chicos y otra para chicas), equipados cada uno con cinco duchas, dos wateres y una sola pila. Tras las protestas iniciales la organización ha habilitado 12 duchas portátiles y algunos wateres químicos más, pero aún así se antoja insuficiente para que de servicio a las más de 200 personas que se encuentran en el pabellón. La situación se agrava más al conocerse que algunos de los grupos se han desplazado con menores.
Tampoco hay enchufes para cargar el móvil o planchar las faldas y pantalones de los trajes regionales. El único que se ha podido habilitar lo ocupan una persona que necesita ventilación para poder dormir, y la alimentación consiste en bonos de 44 euros por persona que han de durarles durante toda la semana en un municipio que está cargando 15 euros por comer una hamburguesa simple. Por no haber no hay ni espejos para prepararse antes de la actuación.
Aún así los afectados han asegurado que su intención es participar en el evento. "Estamos representando a Valencia y no nos podrán decir que un valenciano no ha querido bailar" afirma una de las personas afectadas que prefiere mantener el anonimato.
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