La carrera por la sucesión de Ximo Puig ha comenzado y no es fruto de la casualidad que los movimientos desde las corrientes del PSPV sean más claros y notorios.
Y es que, tras la enorme pérdida de poder institucional que ha sufrido el partido del puño y la rosa después del 28M, algunos sectores de la formación presionan por acelerar el proceso que logre esclarecer el nombre del heredero o heredera del actual secretario general. Un camino que parece haberse paralizado en el tiempo con las elecciones generales y a la espera de que se elija al próximo presidente del Gobierno de España.
No obstante, la cascada de nombres es imparable ya en los últimos meses y son infinitas las quinielas que se hacen ante una carrera orgánica en la que es necesario tener diferentes variables claras.
La incógnita de los plazos
La primera es que poco se sabe de la fecha en la que se producirá esta sucesión. Precisamente, la celebración de los congresos están previstas para dentro de un año y son las fechas que por el momento parece manejar Ferraz. Pese a todo, podrían darse escenarios muy distintos de llevarse a cabo una repetición electoral (en el caso de que Sánchez no consiga articular un pacto con Junts).
Si el actual presidente en funciones no consigue mantenerse en la Moncloa, las fechas para la celebración de los congresos podrían acelerarse, saltándose los plazos que marca el status quo. Una tendencia a la que el 'Sanchismo' ya ha venido acostumbrando a sus bases.
Cuatro familias
Otro factor a tener en cuenta es que el partido socialista sigue dividido en la Comunitat Valenciana en cuatro familias y lideradas por cuatro representantes claros.
Una de ellas es la que sigue fiel al expresident de la Generalitat, Ximo Puig, que cuenta con un peso moderado en las tres provincias.
Otra corriente es la encabezada por el alcalde de Mislata y secretario general en la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa. El 'príncipe' cuenta con un enorme apoyo en las agrupaciones comarcales de la provincia; similar a la que tiene también su homólogo en la provincia de Alicante y diputado nacional, Alejandro Soler, que encabeza la tercera pata en discordia y que alguno señalan como la favorita en Ferraz.
Por último, se encuentra la corriente abalista, una familia que muchos dieron por muerta tras la salida del exministro José Luis Ábalos del gobierno central. Pese al retroceso de poderes, conserva discretos líderes como la diputada Mercedes Caballero, la concejala por Valencia Elisa Valía o el alcalde de Almussafes. La recuperación de poder en un hipotético regreso al gobierno central podría mover todos los equilibrios de fuerzas actuales. Especialmente tras la discreción guardada por Ábalos tras su brusca destitución.
Guerra de distracción
Sin perder de vista la variable anterior, algo a tener en cuenta es que una buena táctica de distracción es la que pasa por nombrar cada vez a más candidatos hasta que llegue la hora de jugar la batalla final, tras quemar todos los peones en el arranque de la partida.
Dentro de la corriente ximista son varios los hijos que, politólogos y prensa, señalan como posibles aspirantes a ganar esta contienda. Una de ellas es Diana Morant, exalcaldesa de Gandia y actual ministra en funciones. Su continuidad en el ejecutivo de Sánchez podría marcar o no su futuro. Le sigue Pilar Bernabé, que dio por sorpresa el salto desde el Ayuntamiento de Valencia a la Delegación del Gobierno.
Del mismo modo, Rebeca Torró, la actual síndica del PSPV en les Corts, ha ganado enteros en los últimos años tras pasar de la Diputació de València al gobierno autonómico, logrando grandes éxitos en la gestión de la gigafactoria de Vollkswagen y con importantes vinculos también en Madrid.
Sin embargo, no debemos perder de vista el que apunta a ser el gran sucesor natural del ximismo, por ser la persona de máxima confianza del expresident. Arcadi España, exjefe de gabinete y conseller de infraestructuras, fue apodado como delfín de Ximo Puig durante mucho tiempo ante su fuerte perfil institucional.
En el lado de la familia Bielsista gana posiciones Juan Antonio Sagredo, actual alcalde de Paterna por mayoría absoluta y nuevo senador por la provincia de Valencia. La elaboración de las listas para que entrara en la Cámara Alta y el amparo de Ferraz en este proceso le ha brindado protagonismo en las últimas semanas.
Por su parte, en la corriente abalista, Toni González, actual alcalde de Almussafes, también es sacado a la palestra de manera habitual por el peso que ha ganado en las últimas contiendas orgánicas.
Puig sucediendo a Puig
Pero también podría no producirse una sucesión como tal. ¿Y si Ximo Puig se consolida como el propio sucesor de Ximo Puig?
Su amplia agenda mediática de los últimos días, sus visitas a la provincia de Alicante, así como su intención de intervenir en el Senado para abordar la negociación de la amnistía podrían responder a un nuevo salto en la carrera política del ahora representante en la Cámara Alta.
De ser finalmente elegido como ministro en una nueva legislatura de Sánchez, su posición en el tablero podría desvelar un jaque, que nunca llegue a completarse como mate. La cartera ministerial puede ser el mejor escenario para mantener viva su figura con el objetivo de arrojar paz dentro del PSPV.
Caras nuevas
Pero si hay algo a lo que la política socialista nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos es que nunca pasa lo que estaba previsto.
Especialmente cuando algo depende, de alguna manera, del amparo de Ferraz. La cada vez más duradera presidencia de Pedro Sánchez es la viva imagen de ello.
Quizá la jugada maestra en esta partida pase por la aparición de un nuevo candidato que consiga los equilibrios entre fuerzas. Un líder llamado a "coser el partido", un discurso que ya utilizó la lideresa Susana Díaz, y que tuvo terribles consecuencias.