Ángeles no podía más. A sus ochenta años, estaba viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida. Entró a quirófano sujetándose con la mano la cara, porque sentía que así podía calmar el dolor intenso le estaba condicionando su calidad de vida en los últimos meses. Un dolor que no le dejaba comer, motivo por el que llegó a perder en un mes y medios, hasta diez kilos.
"Veíamos a mi madre fatal, tenía mucho dolor y eso le estaba condicionando la normalidad de su vida. Fuimos a urgencias en tres ocasiones, pero no le solucionaban nada. Ya no sabíamos qué hacer, hasta que nos recomendaron que fuéramos a la Unidad del Dolor en Vithas Castellón y no dudamos en coger cita. Sólo queríamos que dejara de sufrir"
Mª Carmen Vidal, hija de la paciente
Las hijas de Ángeles estaban muy preocupadas por la situación de su madre; "veíamos a mi madre fatal, tenía mucho dolor y eso le estaba condicionando la normalidad de su vida. Fuimos a urgencias en tres ocasiones, pero no le solucionaban nada. Ya no sabíamos qué hacer, hasta que nos recomendaron que fuéramos a la Unidad del Dolor en Vithas Castellón y no dudamos en coger cita. Sólo queríamos que dejara de sufrir" cuenta Mª Carmen Vidal, hija de la paciente.
La Unidad del Dolor de Vithas Castellón está formada por tres médicos anestesiólogos especialistas en el dolor crónico. En este caso, el Dr. José Miguel Esparza Miñana ha sido el profesional que ha llevado el caso de Ángeles. "La paciente comenzó hace varios años con un dolor muy intenso en la zona del mentón, del labio y del párpado. Se trata de un dolor que puede ser constante pero que lo más frecuente es que sea un dolor que ocurre en episodios repentinos de segundos de duración, pero de una gran intensidad", comenta el Dr. Esparza, y añade que "estos episodios se pueden desencadenar por movimientos tan frecuentes como lavarse los dientes o masticar para comer. Acudió a la UDO, porque estaba tomando medicación para disminuir estos episodios, pero ya era inefectiva y el dolor se había intensificado".
Para este tipo de pacientes, normalmente se realiza la prueba de la resonancia cerebral, con el objetivo de ver que no existe ninguna otra patología que pueda ocasionar una compresión del ganglio de gasser como podría ser un tumor o un aneurisma. El especialista asegura que "en ocasiones se encuentra lo que se llama cruce vascular, esto es que alguna vena puede estar encima del ganglio o de una de las ramas del nervio trigémino lo que puede ocasionar el dolor. También pedimos la RNM para descartar otras patologías como una esclerosis múltiple".
Diagnóstico, neuralgia del trigémino
"La vida de estas personas puede llegar a ser un infierno. Este es uno de los peores dolores que puede sentir una persona. De hecho, la llaman la "enfermedad del suicidio" porque puede hacer que, hasta dejes de comer, debido al intenso dolor que produce" afirma el especialista.
"Una vez tenemos claro el diagnóstico, lo primero siempre es intentar realizar tratamientos menos agresivos como puede ser el tratamiento farmacológico, que en muchos casos es efectivo" explica el doctor, y añade que "por otra parte, hay otras veces que el tratamiento farmacológico no es suficiente, y los medicamentos dejan de hacer su efecto, por lo que la única solución pasa por la radiofrecuencia".
La radiofrecuencia una técnica mínimamente intervencionista
La radiofrecuencia es una técnica mínimamente intervencionista que consiste en pinchar cada una de las ramas del trigémino con una aguja específica, que se denomina cánula, que va conectada a un generador de radiofrecuencia. Este aparato lo que hace es transmitir una corriente por la punta de la cánula y producir el alivio del dolor. Todos los parámetros de la corriente que pasan las controla, el especialista, con el aparato de radiofrecuencia y esto produce el alivio del dolor.
Según comenta el Dr. Esparza, "esta es una de las técnicas más complejas que se realizan en la Unidad del Dolor, porque la estructura que pinchamos es de muy difícil acceso. Hay que utilizar la escopia para localizarla y se encuentra en un sitio muy complejo del cráneo, motivo por el que la realizan muy pocos profesionales en la Comunidad Valenciana y en España, pero a pesar de su complejidad los efectos secundarios no son muchos y el paciente, finalizada la intervención puede sentir la cara un poco dormida durante unas horas, pero es algo totalmente transitorio".
Esta técnica se emplea para diferentes causas. Si la causa es idiopática, es decir, no se sabe el por qué ha aparecido la neuralgia, va a ser la solución más adecuada. También es útil para otras causas como la extracción de muelas o implantes dentales, que también puede producir la neuralgia del trigémino, y sería una buena solución. Además, esta técnica responde bien al dolor que se presenta tras la aparición de un herpes (neuralgia postherpética). "Sin embargo si la causa es un cruce vascular o un tumor, esta técnica no está indicada, ya que puede tener complicaciones importantes y además no sería efectiva" asevera el doctor.
Esta técnica se utiliza también es muchas otras patologías como dolores lumbares, ciáticas, dolores cervicales por latigazo cervical, dolores de hombro o de rodilla son los que mejor responden a esta terapia.
Una vida nueva para el paciente
La vida de estos pacientes cambia radicalmente; "Mi madre, después de la intervención ha vuelto a hacer vida normal, está feliz y ha engordado siete kilos. Está muy contenta y nosotras también", comenta la hija de Ángeles.
El doctor Esparza comenta que estos pacientes "pasan de tomar mucha medicación y no poder hacer vida normal, ni siquiera comer, a poder retirar la medicación y tener una vida mucho más normal" y añade que "en el caso de Ángeles después de casi dos meses su vida ha mejorado notablemente, y aunque aún está tomando medicación, porque esta hay que quitarla poco a poco y es complicado, si el dolor ha disminuido o desaparecido ya es un éxito".