Tras la tragedia ocurrida
en Valencia el 29 de octubre de 2024, un grupo de alumnos del colegio Lek en
Linge, en Culemborg, en los Países Bajos, ha decidido aportar su granito de
arena para ayudar a los colegios afectados por la DANA, gracias al proyecto
europeo E-LIVE (Engaging Languages in Intercultural Virtual Exchange).
El colegio neerlandés Lek
en Linge y el colegio valenciano San Enrique, ubicado en Quart de Poblet,
llevan más de dos años participando en este proyecto liderado por la
Universidad de Utrecht. En la Universitat de València, institución también
participante en el proyecto, los profesores Barry Pennock Speck y Begoña Clavel
Arroitia actúan como coordinadores. Durante este tiempo, los alumnos de ambos
centros han realizado diversas actividades de intercambio virtual, tales como
videconferencias y encuentros en mundos virtuales, empleando diferentes
herramientas informáticas dentro del marco del proyecto.
La profesora encargada
del proyecto en Lek en Linge, Mayte Ibáñez, propuso a sus alumnos la iniciativa
de recoger alimentos, ropa y otros productos de primera necesidad, además de
recaudar una cantidad de dinero que finalmente alcanzó los 2.400 euros. Estos
recursos fueron enviados a Alfredo Ibáñez, profesor del colegio San Enrique y
participante en el proyecto E-LIVE, y a sus alumnos, quienes se encargaron de
recibir las donaciones. Ellos han decidido destinar lo recaudado a uno de los
centros más afectados en Massanassa.
En una reunión virtual a
la que asistieron los alumnos de ambas clases junto con sus respectivos
profesores, los estudiantes neerlandeses presentaron a los alumnos valencianos los
productos y la ayuda económica reunidos gracias a su solidaridad y a la de
otros compañeros de su centro escolar. Asimismo, mostraron interés por conocer
de primera mano la situación de los alumnos y centros afectados en Valencia,
enviándoles mensajes de apoyo y solidaridad.
Iniciativas como esta ponen
de relevancia la importancia de proyectos internacionales como E-LIVE que buscan
conectar digitalmente a centros educativos de diferentes partes del mundo para fomentar
tanto el aprendizaje de lenguas como el intercambio cultural. En este caso, los
alumnos participantes en este intercambio han aprendido una valiosa lección
sobre la solidaridad que trasciende los límites del aula.