La mujer del exsuegro del autodenominado "yonqui del dinero", Marcos Benavent, Vicenta Torregrosa, ha asegurado confiar "plenamente" en su marido, Mariano López, y ha explicado que le preguntó si era legal nombrar administradora única de la empresa que ingresó dinero tras la extinción del contrato del servicio de "call center" de Imelsa, a su hermana.
"Si hubiera sido una cosa que no fuera legal, en la vida lo habría aceptado", ha declarado Vicenta Torregrosa en la segunda sesión del juicio de la pieza de Imelsa sobre presuntas irregularidades en el servicio de "call center" de la empresa pública, adjudicadas a la mercantil que, según la Fiscalía, dirigía Mariano López, el exsuegro del exgerente de Imelsa Marcos Benavent.
En una vista que ha durado apenas diez minutos y en las que ambas acusadas han contestado solo a las preguntas de sus abogados, Vicenta y María Concepción han asegurado que la segunda de ellas fue nombrada administradora única de la sociedad a los 63 años, cuando le quedaban dos para la edad de jubilación, ante la "necesidad" de poder cobrar la pensión a los 65.
Los hechos se remontan a mayo de 2013, cuando Imelsa, empresa pública de la Diputación de Valencia y actualmente denominada Divalterra, adjudicó a Servimun SL el contrato para la prestación de servicios a través de un centro de atención telefónica y telemática a los contribuyentes de los municipios que delegaban en la corporación provincial la gestión y recaudación tributaria.
Tras la no renovación del contrato con Servimun, según la Fiscalía, Mariano López creó la empresa Técnicas Legales Administrativas para ingresarle el dinero procedente de la contrata con Servimun.
La hermana de la esposa de López, María Concepción Torregrosa, constaba como administradora única de la sociedad Técnicas Legales Administrativas, mientras que la mujer, Vicenta Torregrosa, estaba autorizada en las cuentas bancarias de la sociedad junto con su marido.
Sobre estos hechos, Vicenta Torregrosa ha explicado que su marido le preguntó "si quería ser administradora de la sociedad", pero que ella prefirió ofrecerle el puesto a su hermana María Concepción, que en ese momento tenía "63 años, era una persona muy delicada a la que su marido había dejado con cuatro hijos adolescentes y a la que le quedaban dos años para jubilarse".
En este sentido, ha asegurado que la intención del nombramiento de María Concepción es que, a los 65 años, pudiera jubilarse y cobrar la pensión: "Ella dijo que sí porque tenía cuatro hijos adolescentes y lo necesitaba".
Preguntada sobre si confiaba en las decisiones empresariales de su marido, ha respondido que "plenamente" y ha afirmado que "para nada" pensó que la operación pudiera ser irregular.
"Mi marido ha sido empresario toda su vida, tenía una fábrica y con la crisis tuvo que buscarse la vida, pero legalmente", ha explicado, y ha añadido que "si hubiera sido una cosa que no fuera legal, en la vida lo habría aceptado".
Por su parte, María Concepción Torregrosa también ha negado los hechos de los que se la acusa y ha asegurado que no participó en la gestión de la empresa ni en sus decisiones económicas, que desconocía cuál era la finalidad de la sociedad y que su único objetivo era "poder cobrar la pensión" de jubilación cuando cumpliera 65 años.
La Sección Quinta de la Audiencia de Valencia acoge desde este martes y previsiblemente hasta el próximo 9 de junio el tercero de los juicios por esta macrocausa de corrupción.
Según ha indicado la jueza en la Sala, varias de las defensas le han solicitado que no se adelanten las declaraciones de los acusados que están previstos para los próximos días, con lo que, tras la breve declaración de las hermanas Torregrosa, ha concluido la sesión y el juicio se reanudará el martes próximo con la declaración del expresidente de la Diputación de Valencia con el PP Alfonso Rus.