El camino para encontrar la referencia
más antigua sobre toros en la Comunidad Valenciana está abierto. La búsqueda de
documentación referente a la celebración de festejos taurinos populares está
aportando interesantes resultados.
Hasta ahora se
pensaba que los primeros datos fiables de celebración de corridas de toros en
Valencia databan de fines del siglo XIV, concretamente en 1373, con ocasión de
la visita efectuada a la capital del Turia por la esposa del infante don Juan,
duque de Gerona, construyéndose «barreres o cadafals» en el mercado para
el juego de toros. Asà queda reflejado en la resolución de 20 de febrero de
2012, de la Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte, por la que se incoa
expediente de declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial, a favor de
los espectáculos taurinos "las corridas de toros" y los festejos
taurinos tradicionales "els bous al carrer" en todo el ámbito
territorial de la Comunitat Valenciana.
A nivel provincial la
primera referencia estaba localizada en Vila-real en el año 1375 e
inmediatamente se situaba Segorbe en el año 1386 con infinidad de
documentación: sobre su celebración entre los dÃas de San Juan y San Pedro; que
los llamados "toros de la terra" los suministraban las carnicerÃas de la
ciudad, tanto la cristiana como la morisca; que también se corrÃan bueyes, que
un toro que se exhibió era del Perelló, que el consejo municipal era el
responsable de instalar las barreras… tanta documentación aparecida sobre dicho
año revela que los toros de calle se celebraban en Segorbe con antelación,
aunque desconocemos en concreto fechas anteriores a las citadas.
Pero si tenemos en
cuenta que la primera fecha conocida es el año 1373 y está datada en Valencia,
debemos corregirla a favor de Jérica
El hecho tiene una
connotación histórica que es interesante repasar.
Un documentado y
laborioso trabajo, realizado sobre la "Historia de Caudiel" del Cronista
y académico correspondiente de la Real de Cultura Valenciana, Teodoro López
DÃaz, señala como en el mes de febrero de 1369 murió Juan Alfonso de Jérica,
último señor de la villa y con él se extinguió la casa de Jérica al no dejar
herederos varones. La villa, se vio inmersa en un pleito sucesorio, pero fue
entonces devuelta al rey Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, como bien real. A
pesar del conflicto, el 21 de abril de 1369
"el rey tomó posesión del señorÃo y juramento de los Fueros de
Aragón; todos los pueblos de la tenencia le ofrecieron vasallaje con grandes
fiestas: bailes, danzas y corridas de toros". Llama la atención el cronista
sobre esto último por que "posiblemente esta sea la primera noticia
documentada sobre las populares fiestas de toros, tal y como hoy las
conocemos".
Lleva razón Teodoro
López ya que hasta ahora no hay una referencia taurina anterior a 1369, pero
también tenemos una referencia sobre la segunda en ese orden cronológico y
también está localizada en la comarca del Palancia y en el municipio de Jérica
pero en esta ocasión en Novaliches, pedanÃa perteneciente al primero.
Y es que en el año
1372 el mismo rey Pedro IV el Ceremonioso decidió hacer de Jérica condado y dar
investidura de él a su hijo, el infante don MartÃn de Aragón –luego rey MartÃn
I el Humano-, en feudo para equiparar la dotación que aportaba en matrimonio,
la señora de Segorbe, MarÃa de Luna –luego reina consorte-, cuya boda se
celebró el 13 de junio de 1372.
Por la investidura y
toma de posesión como señor de Jérica en 1372, (tuvo que ser antes de la boda),
la Villa y Tenencia de Jérica tributó "al serenÃsimo infante don MartÃn"
un extraordinario recibimiento que explica en su "Historia de Xérica" Francisco
del Vayo, del que se conmemora ahora el V Centenario de su Nacimiento.
Dice Vayo que el
infante MartÃn iba de paso desde Zaragoza hacia Segorbe donde se encontraba su
esposa y en Novaliches se le organizó el mayor recibimiento y regocijo posibles
con "danzas, bailes, corros de toros y otras fiestas" y para ello
concurrieron y contribuyeron Jérica, El Toro, Viver, Caudiel, Novaliches, Pina,
Barracas y Benafer "y aquellos dichos pueblos salieron al recibimiento del
dicho señor para darle el parabién de la venida".
En concreto, gracias a Vayo, conocemos los gastos que
tuvo que soportar Novaliches en el recibimiento del infante y asÃ, entre dos
dÃas, jueves y viernes, se pagó 6 sueldos y 7 dineros de carne, 9 sueldos 10 de
pan, 12 sueldos de vino, 1 sueldo 4 dineros en leña, 11 sueldos en salsa y 1
sueldo 2 dineros en sardinas.
Seguramente con el tiempo saldrán otras referencias
anteriores a las dos citadas, localizadas estas en Jérica y Novaliches, pero a
fecha de hoy, nadie puede negar a estas dos poblaciones el privilegio de contar
con las dos referencias más antiguas de la Comunidad en toros de calle.