El pasado 14 de agosto, el Real Madrid volvió a demostrar por qué es uno de los grandes favoritos en las casas de apuestas deportivas en España para ganar todos los títulos este año después de proclamarse campeón de la Supercopa de Europa.
El equipo de Ancelotti logró vencer al Atalanta por 2-0 en un partido donde la experiencia y la calidad de los blancos se impusieron ante un equipo italiano correoso que dio más problemas de los esperados.
Sin embargo, una segunda parte con más ritmo y buen juego acabó con los goles de Fede Valverde y Kylian Mbappé que sellaron el triunfo para conseguir un trofeo más para las vitrinas del Santiago Bernabéu.
Primera parte: un Madrid sólido, un Atalanta con garra
Desde el pitido inicial, quedó claro que el Real Madrid venía con ganas de llevarse la Supercopa de Europa a casa. El Atalanta salió con una gran presión y un marcaje al hombre por todo el campo que no dejó muchos espacios a los atacantes madridistas.
La marcha de Kroos se notó en una primera parte donde Courtois fue el encargado de sacar en largo en muchas ocasiones ante la falta de ideas en el centro del campo. La primera gran ocasión de la primera parte fue para el Atalanta, con un despeje de cabeza de Militao que se envenenó llegando a rozar el larguero del meta madridista.
No fue sino hasta los últimos minutos de la primera parte cuando llegó la gran ocasión del Madrid. Después de un gran pase de Vinicius a Rodrygo que estrelló su disparo al travesaño de la portería del Atalanta.
La primera parte fue un tanto descafeinada, con mucho control, pases de seguridad, posesión para el Real Madrid, algunas contras de Atalanta pero sin gran brillo en ninguna de las áreas.
Segunda parte: el guión habitual, paradón de Courtois y el Madrid saca el rodillo
La segunda mitad arrancó con un Atalanta más cansado y con menos presión. No obstante, la segunda mitad arrancó con la mejor ocasión del partido para el Atalanta con un cabezazo a la escuadra de Pasalic que estuvo muy cerca de ser el 0-1.
De hecho, no acabó dentro de la portería porque Courtois ha vuelto en forma de su lesión de larga duración de la pasada temporada e hizo una de las paradas a las que tiene acostumbrados a los aficionados madridistas a mano cambiada.
Este primer milagro de la temporada dio alas a un Madrid que, gracias a un enorme Bellingham, comenzó a jugar en modo rodillo.
Comenzaron a llegar las ocasiones y tras un robo de Mendy, una jugada entre Bellingham y Vinicius por la banda llevó al jugador brasileño a centrar de manera exquisita a un Valverde que remachó en boca de gol. Una gran jugada en equipo de este nuevo Real Madrid.
Pero faltaba por aparecer el gran fichaje de este año, Kylian Mbappé. Después de algunos intentos con poco éxito, de nuevo tras un robo en salida al equipo de Gasperini, Bellingham realizó un pase certero a Mbappe, quien casi sin ángulo remató una pelota a la que parecía que no podía llegar, pero se acabó colando por la escuadra. El delantero francés tuvo su debut soñado en una final europea.
El Atalanta se marchó con la cabeza alta, dando buena imagen y plantando cara al campeón de Europa durante toda la primera parte. El Real Madrid, una vez más, hizo lo que mejor sabe hacer: ganar. No fue el mejor partido de los de Ancelotti, pero el margen de mejora a estas alturas de la temporada es notable.