El expresident de la Generalitat valenciana Francisco Camps combatirá este miércoles las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción, que le atribuye haber dado órdenes a una subordinada para adjudicar irregularmente un contrato a la trama Gürtel en 2009, una tesis que rechazará con rotundidad en su declaración como acusado en la Audiencia Nacional.
Uno de los principales líderes autonómicos del PP durante años afronta "muy tranquilo" su comparecencia ante el tribunal, convencido de que "aquí no hay absolutamente nada" y de que la estrategia de la Fiscalía de "ligar" la contratación de Gürtel con "cualquier tipo de relación personal" con el empresario Álvaro Pérez, alias el Bigotes, está "rota", como dejó claro ante los periodistas al término de la jornada de ayer.
Tras escuchar las versiones de 25 acusados, unas favorables y otras contrarias a su línea de defensa, Camps se sienta finalmente esta mañana frente al tribunal de la Audiencia Nacional que lo juzga por delitos de fraude y prevaricación, por los que las fiscales piden para él dos años y medio de prisión y diez de inhabilitación.
Se trata del último de los frentes judiciales que ha afrontado Camps durante años y supone su segunda declaración como acusado en un juicio relacionado con la trama Gürtel; la primera fue en el de "los trajes", del que fue absuelto y que le llevó a dimitir de la presidencia de la Generalitat y del PP valenciano en 2011.
Camps, que cree que "lo normal" es que este proceso también acabe en absolución, está acusado de dar instrucciones verbales a la directora general de Promoción Institucional Salvadora Ibars para que se adjudicase a la empresa Orange Market el montaje de un expositor de la Comunidad en la feria Fitur de 2009 por 366.529 euros. Esta acusada lo niega.
Anticorrupción sostiene que Camps facilitó a Álvaro Pérez "el acceso a altos cargos de la administración autonómica", quienes a su vez y "siguiendo instrucciones" suyas, "posibilitaron" que Orange Market "obtuviera ilícitamente contratos" con la Generalitat.
A buen seguro volverá a salir en la jornada de hoy aquella conversación telefónica en la que el expresident se refirió al Bigotes como "amiguito del alma" y le dijo "te quiero un huevo", palabras a las que Camps siempre ha restado importancia y ha enmarcado en una felicitación navideña.
Porque el expresident rechaza con rotundidad que tuviese una relación de amistad con este empresario, como afirma él mismo y los principales condenados de la trama, como Francisco Correa o Pablo Crespo. Es más, precisamente fue la mención de Correa a esa supuesta relación personal la que provocó que Camps se encarase con él a la salida de su declaración, a finales de enero.
Quien fuese presidente de la Generalitat valenciana durante 8 años cree que estas versiones son fruto de los "pactos obscenos" al que estos y otros acusados han llegado con la Fiscalía para reconocer los hechos con el objetivo de ver reducidas sus peticiones de condena, algo que negó rotundamente la fiscal.
El resto, entre ellos tres exconsejeros de Camps, han rechazado ya ante el tribunal haber favorecido a la trama o haber recibido órdenes para ello. Este miércoles será el turno del expresident.