Nuestro Casinos de hace cincuenta años con sus escasos medios, era dinámico y populoso. Las fiestas y actos sociales- culturales, eran diferentes, participadas y con espíritu local, donde prevalecía el sentido del compañerismo y fraternidad. Los que vivimos aquella época podemos recordar con simpatía algunos momentos vividos, otros recordados como suspendidos en el tiempo, y otros que sabemos que existieron por la constancia documentada de los mismos.
Al estar en abril he querido recordar aquellos famosos tiros de pichón, que tantos cazadores reunían en torno a ellos en el Casinos de aquellos años. En esta ocasión son las notas de prensa de la época, la que nos recuerdan que "La Comisión organizadora de la Competición Regional de tiro al pichón soltado a brazo, que ha de celebrarse el día diez de mayo, domingo en Casinos, a las nueve y media de la mañana, comunica que había tenido que reformar el programa que para celebrar esta gran competición." El motivo de esta reforma es el que la Comisión organizadora deseaba complacer a la afición cinegética valenciana y en el primitivo programa otorgaron a los primeros premios cuantiosos importes, pero su número era reducido, optando por rebajar los primeros y añadir el doble número de los mismos, por creerlo así más deportivo y favorable para todos.
De modo que el programa queda establecido así: Tiro a doce palomas que se hará en dos canchas. Entrada y palomas, 1.700 pesetas.
Los Premios que se otorgan son estos: Primero: 10.000 pesetas y la valiosa copa de la Armería Hija de Antonio Lloret; Segundo: 8.000 pesetas y copa de la Armería Altarriba; Tercero: 6.000 pesetas y copa de la Caja de Ahorros de Valencia; Cuarto: 4.000 pesetas y copa de la Armería Cóndor; Quinto: 2.000 pesetas y copa de Cuchillería Ferrandis. Así hasta el cuarenta clasificado, repartiendo 1.700 pesetas cada uno más trofeos y regalos por orden en la clasificación e inscripción.
Las Bodega Cooperativa Santa Bárbara regaló una botella de vino para cada tirador participante. La Inscripción se cerrará a las trece horas de ese día. La Comisión organizadora regalará cien pichones de los matados a la Asociación Valenciana de Caridad y cincuenta, para el Asilo de Ancianos de Liria. Magnífico gesto, que consignamos muy a gusto.
La nota de prensa, terminaba con estas palabras: "Las replazas podrán adquirirse en Cafés Genovés, de Casinos, y en Armería Lloret, en la calle Linterna, 24, en Valencia. En fin, consideramos muy oportuna la reforma de este programa, ya que es sabido que al tirador, en general, le atrae mucho más que los premios sean numerosos que sean los primeros exageradamente Importantes. Esa es la verdad. Esperamos, pues, que el próximo domingo, día 10, los activos organizadores de esta importante competición obtengan el éxito que merecen."
Entre los recuerdos al escribir estas líneas tenemos esa mención al Café de Genovés, lugar histórico de la Plaza Mayor de Casinos, donde se reunían los cazadores, agricultores, niños a jugar al futbolín y en época de verano era el lugar adecuado para tomar horchata, el café granizado, o aquellos cortes de helado de dos sabores guardados en aquella enorme nevera de puertas de madera y asas de metal… el Café del tío Arturo y de la tía Joaquina fue el que alimentó el ir y venir de aquella plaza Mayor, ocupando la solemne terraza que era el más discreto mirador de todo lo que ocurría en el entorno.
Por obligación tengo que cerrar esta crónica referenciando dos gestos: la presencia de la Bodega Cooperativa regalando una botella de vino a cada participante y el gesto de nuestros cazadores, obsequiando con los ciento cincuenta pichones sacrificados a los dos lugares de caridad que aún perviven desde aquel entonces: la Casa de Caridad de Valencia y el Hogar de los Ancianos Desamparados de Lliria. La generosidad de nuestros vecinos, de los cazadores y de los organizadores hizo posible estos detalles, que hoy relato con agradecimiento.