Me
disculparán por lo escatológico del titular, pero es que con el calor y
el verano llega a ser insoportable. Que las calles de Burjassot están
sucias no es nada nuevo, pero no por ello hay que dejar de denunciarlo.
Porque es imposible pasear nuestros barrios sin encontrarse alguna
sorpresa de color marrón oscuro en el suelo, por culpa de unos amos
incívicos, por supuesto. Y si a las cacas juntas los orines y el calor,
el resultado es una combinación de olores altamente desagradable.
El
hecho de que la suciedad y las cacas de animales sean problemas
enquistados en Burjassot hace que la responsabilidad del bipartito de
PSOE y Compromís sea mayor, ya que han sido y siguen siendo incapaces de
encontrarle solución con el paso de los años.
Por
si fuera poco, los valientes dueños que quieren llevan a sus perros a
los pipicanes que tenemos en el pueblo se encuentran más dificultades
todavía. Espacios pequeños y malolientes, con muchas deficiencias para
que los animales puedan disfrutar de un rato de ocio y aprovechar para
hacer sus necesidades.
No
en vano, las quejas que nos llegan de los vecinos sobre este asunto no
hacen más que multiplicarse día tras día. Y solo hace falta un paseo por
el pipicán del parque de L'Eixereta, por ejemplo, para comprobar que
tienen toda la razón.
Desde
Ciudadanos Burjassot ya lanzamos hace meses una propuesta para que se
acometiera una limpieza exhaustiva de los parques y jardines, y en
particular de los pipicanes, porque es la única manera de que puedan ser
útiles de verdad. Trasladábamos el sentir de los usuarios de estos
espacios, que nos advertían de que incluso tienen miedo a que sus
mascotas puedan coger enfermedades.
La
moción fue rechazada por PSOE y Compromís. Aun así, ilusos, pensábamos
que a pesar de votar en contra la llevarían a cabo, pero una vez más nos
equivocábamos con el bipartito. Para ellos, la limpieza de Burjassot no
es una prioridad.
Y
ante esta situación solo nos queda seguir insistiendo y exigir
pipicanes en condiciones, como los hay en otros pueblos cercanos. Más
limpios, más amplios y con garantía de higiene. Con más concienciación y
esfuerzo, entre todos podremos conseguir que el nombre de Burjassot no
vaya unido a cacas y mal olor, sino a limpieza y bienestar.