Marco Polo Salcedo, escritor colombiano, abogado de profesión con su novela Armas de Juego, próximamente en Europa.
Novela que a través de la vida de sus personajes en un pequeño pueblo de Colombia, cuyo nombre hace gala de grandeza, “Gigante”, acarreando en esas vivencias de dos hermanos gemelos, en especial uno, Milione, quienes se van convirtiendo en hombres en aquel lugar donde confluyen la inocencia y la pérdida de la misma. Esa madre presente, amada por sus hijos, llena de sufrimiento por un hombre que la maltrata sicológicamente, luego ausente reemplazada por una madrastra.
Es muy interesante el comienzo del libro, Marco Polo crea un Ouroborus literario, donde es imposible disociar el principio del final, sus personajes principales son los gemelos que viven, sienten, experimentan cada uno sus vivencias pero que se encuentran unidos por siempre hasta más allá del final, con esa clave magistral que crea, “el libro negro”.
“—No he escrito otra cosa que el recuerdo. Nací para contarlo. Pese a que a estas alturas, los héroes están en crisis. Para mí, tú eres el héroe. Anónimo personaje de ficción. Yo soy, le digo, la sombra de tu alma”
En uno de tantos párrafos de esta interesante novela hace referencia a obras literarias que influyen en los personajes o bien son parte de la época, todo en ese pequeño pueblo con el árbol grande: La Ceiba, que le da su nombre: GIGANTE. Y así a lo largo de la obra se encuentran oraciones llenas de riqueza literaria y también datos muy importantes políticos y sociales:
Fragmentos:
“Por eso en el centro del pueblo también crece el árbol más grande del mundo; una Ceiba con brazos de una cuadra de largo que siembra Dorotea, la esposa más querida del presidente José Hilario López, con quien vive en el pueblo siendo el más grande de los presidentes, cuando decreta la libertad de los esclavos en 1.851, catorce años antes que Lincoln”
“Aquí, mamá, una bella mujer blanca y muy grande cumple con la mayor labor que debe cumplir una madre: Enseñar a leer y escribir a sus hijos. Y todas las operaciones, fuera de enseñar a pintar, cantar o declamar y rezar la salve y las oraciones de rigor. Son necesarias madres profesoras antes de enviar al infante a la escuela pública. Orgullo es tener una escuela en la casa y otra enfrente. “
“En Armero se le adelantan y mas bien hacen picadillo al obediente cura, paisano también de Monseñor, un godo caratejo plateño, o escucha luego desde la emisora Radio Habana la portentosa voz de Fidel, y las noticias de la Reforma Agraria que acabará la violencia en el país producida por pájaros, chusmeros, collarejos y guerrilleros; pero, además, la más grande radionovela de todos los tiempos El derecho de nacer, antes de adoptar la costumbre de ir al teatro Real, o al Carpa teatro sin horribles payasos, donde vemos la representación de Genoveva de Brabante, condenada injustamente por su marido a muerte por un falso adulterio, y mucho después “Casa de muñecas” obra que hace que mamá tome la determinación de partir.”
El contexto histórico en Armas de Juego, nos enmarca en un pueblo que ha pasado como todo Colombia por esa violencia entre godos(conservadores) y liberales, da a conocer las alianzas del clero con los conservadores y la violencia desatada por aquella época, lo que se puede trasladar perfectamente a la España de la guerra civil o a la Francia en la revolución francesa, solo por nombrar algunos lugares y hechos históricos, porque todos ellos a la larga han incidido para que en América Latina, en el caso de la obra en Gigante, ocurrieran los acontecimientos que relata el autor.
Es así como se refleja en sus personajes esa herencia y coincidencias que aún existen de principios religiosos, políticos y toda clase de costumbres como corralejas, toros, fiestas religiosas. Por otro lado la rebeldía en las nuevas generaciones con otras influencias a través de la literatura; uno de sus personajes, el maestro de la escuela deja evidencia a través del personaje, el desprecio que sienten los jóvenes por la represión intelectual por parte de algunos educadores, negándoles la posibilidad a sus pupilos de pensar más allá y conocer a fondo la historia de otros lugares para comprender mejor su propio universo. Es así como en diferentes escenarios de Armas de Juego aparecen obras y autores universales con influencias en sus personajes quienes van creciendo durante su tiempo en la novela con su conocimiento.
La literatura y lo político:
“leyó literatura y libros políticos, libros prohibidos e históricos y hasta economía y cosas como El manifiesto, o Regis Debray y todo el Che y la revolución cubana o los libros rojos de Mao. Organizó con Toto y Julián Celin las brigadas de ayuda a los marginados del pueblo y algunas invasiones”
La literatura y el individuo
Así en toda la novela persiste la riqueza literaria cuando el autor de forma acertada introduce experiencias de sus personajes afectados notablemente por obras o escritores concretos que han marcado una época o han influido con una frase, hace alguna reflexión profunda o superficial con obras como el Decamerón, opiniones de Borges, en fin, lleva a sus personajes a confrontaciones internas muy hondas, en una pérdida de la fe y un repudio a un dios por la impotencia frente a los acontecimientos. Se puede estar leyendo y encontrar en el contexto a Proust, García Lorca, Bolaño, Stevenson, Dostoievski, Stevenson, grandes personajes de distintas posturas ideológicas y literarias, es indudable que es una novela llena de citas que hacen parte de sus personajes pero al mismo tiempo nos invita a estudiarlos nuevamente.
“Como digo, es extraño pero no es en alguno de los tres relatos nihilistas de la Beauvoir, donde se anida la frase. Es en este libro, sí, el epígrafe de la contratapa, la otra llave que me tiró definitivamente hace algunos años a la búsqueda del mundo de papel y tinta en los primeros meses de enclaustramiento, soledad y miseria resumidas en la palabra infelicidad. Luz en esa frase iniciática que te repetiré hasta el fin de los días: “La gente feliz no tiene historia””
“En busca de la madre borrosa en el recuerdo y debimos regresar llorando del pueblo de la caña de azúcar, recitando el poema de Fernández Retamar:
Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca,
un padre borracho, un hijo delincuente.
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida…”
El sentir del hombre en su máxima expresión dando a conocer a lo largo de la novela los cuatro tipos de mujer en el imaginario masculino:
La sagrada: es la intocable, la madre, aquella que es perfecta a pesar de sus debilidades.
Fragmento:
“LAS DALIAS tres veces como si fuéramos visitantes, no la deja hablar, la abraza lo más que puede. Sólo abarca media cintura, le pasa las flores que magulla el abrazo y como un tonto le suplica: —¡Si te vas, iré contigo!”
La Soñada: una mujer puritana, angelical y virgen, también allí da a conocer a la mujer realmente amada por el varón.
“La puedes observar plena, con su traje blanco de seda y organza recogida en vuelos, sin combinación ni vergüenza, saltando, cuando la luz del sol la hiere de frente al girar veloz en la ronda, asida por las manos a otras niñas. Esquiva la luz de tus ojos. Es igual. Lo experimentas. Porque recepta tu calor.”
“A lo mejor, entonces, ya no mirarás a este pintor de cuadernos, que te liberó del libro de literatura, de un León inhumano para que hagas parte hoy, del cuaderno de diario, donde duerme como un testamento el acróstico que he de regalarte, el día de la música de clarín que antecede a la danza en el verde paraje plagado de malva, con aroma de monte y rocío, en que lloraré de alegría cuando te vuelvas real, M O N I N A.”
La deseada: aquella que le despierta las curiosidades de su placer y le invita a las locuras, aquello que le intriga y lo hace un conquistador nato, aunque el autor escribe una frase aduciendo que quien conquista es ella, la mujer. Con sus múltiples experiencias como niños donde van conociendo toda clase de juegos hasta aquellos donde comienzan a sentir las sensaciones propias de la adolescencia y luego las experiencias en esa juventud.
“Así suene a pecado te repito, eres mi necesidad. No te pido que me respondas ahora. ¿Quieres abrazarme? No, no creas que voy a besarte. Sólo me acerco a tu oído para decirte. Sólo déjame que te lo diga, déjame desahogarme totalmente, sé que sientes lo mismo que yo: —¿Díme: podemos ser novios...?”
La Bruja, aquella que rompe los esquemas anteriores y es dominante, voluntariosa, egoísta y poderosa en su entorno, también segura y pragmática, algunas veces fetichista, puede llegar a ser vulgar.
La figura de una madrastra que tiene contenido en ella, la ignorancia, el fetichismo de los pueblos como también cierta sabiduría en lo pragmático de la vida y ejerce una influencia en estos pequeños que reciben de ella la injusticia, la comparación, la discriminación y al mismo tiempo alguna formación que les puede ser útil.
La Heroína, en el caso de la novela La Pola, esa mujer que no tiene precio, valiente y que marca la historia del colectivo y del individuo, la admirada por los hombres pero la que no quieren poseer porque a unos les da miedo y a otros respeto.
Lo gris de sus personajes en los que puede verse distintas facetas entre lo sutil y poético, hasta lo vulgar, obtuso y básico de las pasiones humanas.
El personaje central tiene una sensación de frustración con un padre vulgar, egoísta, discriminador, infiel, oportunista, incapaz de demostrar empatía por sus hijos, quienes crecen con la contradicción entre odiar al padre y vengarse de él por todo el sufrimiento que ha producido a la familia o amarlo, pero es imposible esa aproximación, quizá en algunos momentos al final.
Fragmentos:
“Le habían dado otra golpiza que no le había herido la carne sino la moral. Aunque creo que él no la usaba. Jamás le oí mencionar para nada eso de moral. A lo mejor quise decir alma. Pero nunca entró con nosotros a misa, aunque a veces nos obligó a asistir al catecismo a punta de correa. De todas formas llorar sí lo vi.”
“El pudo percibir sin contarle, el trato que yo recibía. Entonces hasta los libros me trazaban la orden de marchar. Y tenía resuelto huir. Era el mismo fraile solitario al que impelían a un viaje obligatorio por el mundo.”
“Fui una vergüenza esa noche. Llegué a parecerme a él. Fui una réplica de él. Y vi su rostro en mí como si yo fuera su espejo. Y me aterré.”
En esa relación con el padre que incide durante toda la historia del personaje, el ver sus conductas incoherentes, la doble moral que naturalmente en aquel personaje básico y egocéntrico no tiene ni idea de la palabra moral, las experiencias que tiene Milione a lo largo de la vida con ese padre, su rebeldía, independencia, la lucha por encontrar un respeto, sus experiencias de niño a hombre.
“—Un diálogo… dije finalmente y de nuevo convencido que era imposible sostener una breve charla con él, desisto. Él, como si hubiera adivinado el propósito inmediato de mi deseo de comunicación, levanta su vista despectiva… —Lárguese. No joda. A su edad ya me había volado de la casa. —Pero con el dinero de la herencia adelantada… le digo por fastidiarlo. —¿Cual es la herencia que usted nos va a dejar? Y salgo de la pieza con el ardor de un perro rabioso.”
“Era 1966, el colegio no nos seleccionó, entonces Milione inclinado, de tenis, al centro, organizó éste equipo de los dos barrios mas pobres de Seminario, La Pesa y el Cármen. Fuimos los primeros CAMPEONES INFANTILES DE SEMINARIO.La historia seguiría tan anónima si no es porque, apareció ésta fotografía de Gabriel Ospina, que prueba lo que cuenta la novela ARMAS DE JUEGO, en su capítulo LOS DIABLOS NO ERAN ROJOS.
Fuimos, LOS DIABLOS AZULES”
Esas armas de juego que comienzan a influir en las experiencias de Millione y Piro, les proporciona enseñanzas, madurez, elementos para comprender la resistencia o la fuerza.
Como refugio los sueños, las historietas, el luchar por salirse de esa atmósfera de vida vulgar y sin futuro, aunque la contienda sea difícil.
Gigante con todos los vicios y costumbres de los pueblos, fiestas populares y religiosas, las cantinas, la prostitución, el esoterismo, el chisme, la hace una novela universal porque deja plasmados todos los aspectos propios en cualquier pueblo en Europa, Africa, América, etc; es atemporal porque son conductas humanas que persisten en todas las sociedades, pese a los avances en ciencia y tecnología pero hay aspectos básicos en todas las sociedades que repiten ciclos una y otra vez. Lo popular, los vicios, las creencias, la muerte, los rezos, los abusos de poder, lo económico, los conflictos por las herencias, perduran aunque sean más o menos sofisticados según sean las sociedades donde se desarrollen, pero la problemática y las conductas humanas se presentan aquí y allá.
“Sin tener el poder económico es imposible pretender imponer algún tipo de respeto o de organizar las normas a mi favor. Debo seguir la corriente o esperar los azotes de papá una vez llegue y Marianita le lea como un edicto, desde un papel, el listado de mi mal comportamiento, contradictorio con la verdad.”
“Esas arrobas de tierra sobre sí. La finca, las hipotecas. Poderes y escrituras llevaron a discusiones a hermanos y hermanas.”
En medio de la sangre, el desconsuelo, también aparece lo poético, la esperanza a través del amor o la necesidad de crearse algo bello, distinto a la cruda realidad.
“A lo mejor, entonces, ya no mirarás a este pintor de cuadernos, que te liberó del libro de literatura, de un León inhumano para que hagas parte hoy, del cuaderno de diario, donde duerme como un testamento el acróstico que he de regalarte, el día de la música de clarín que antecede a la danza en el verde paraje plagado de malva, con aroma de monte y rocío, en que lloraré de alegría cuando te vuelvas real, M O N I N A.”
“Seminario, 20 de Julio. Te hallo en el libro de literatura, en la novela del español Benito Pérez Galdós. Es una especie de envidia la que me impulsa extrañamente a retener en mi memoria el rostro de ángel rubio y unas manos más suaves que la seda del vestido que te estrenas. No me gusta que el personaje masculino de la historia sea otro, no yo, con el terrible nombre de León Roch.”
Algo que llama mucho la atención es la interpretación de la historia según la mente y visión corta de sus personajes, como en tantos lugares donde se combinan ideologías contrarias con fusiones contradictorias o que son absolutamente rechazables por su daño en diferentes épocas de la humanidad.
“Porque qué LIBERAL puede ser, quien diga –a pesar de ser Gaitanista– que es Germanófilo. Y con ese terminito. Que era, repetía, hincha de Hitler y que rezaba para que ganara la guerra, porque además de que mató judíos –los que asesinaron a Cristo– era un templado”.
Como salvación ante una realidad hostil, donde se manifiesta que quien es feliz no tiene historia y hace una catarsis de su tristeza refugiándose en lo que le hará evadir y salir de tan asfixiante atmósfera.
Fotografía del archivo del escritor Marco Polo Salcedo
“Los libros se siguen materializando en mi realidad.”
“ El Libro Negro, me exige en cada visita, hasta que accedo. La frase que te digo no está en ese libro. Siempre había rehusado argumentándole que no es propiamente una novela, aunque pase de las cuatrocientas páginas. Porque es el libro de mi viaje se lo digo firme, con esa pretenciosa lejanía o altura que aporta la certeza. Tú sabes, desde la infancia ese libro es mi amuleto. El misterioso libro hermético del cual he sacado el ímpetu, los mitos, los descubrimientos, los países que han logrado reelaborar mi propio nombre coincidente con el apodo del escritor. Mis Tacuinis. Mi necesidad de escapar de este pueblo que me tiene atrapado”.
El escritor Marco Polo Salcedo nos recuerda con sus letras a un Albert Camus quizá o a un Kafka, en un sentirse un exiliado en su propio hogar, en su pueblo; pequeño e indefenso ante un padre vulgar, una madrastra injusta, una agresión a su integridad cuando tan pequeño debe lidiar con un grupo social de doble moral, lleno de oportunismo, violencia, mentira y tratar de desatar esa rebeldía contenida para tener el valor de buscar su propio rumbo.
El desenlace violento, inesperado, la pérdida del otro yo, un devenir inquietante, un padre que ahora mendiga a las mujeres y está envejecido y enfermo.
“Porque yo no estoy allí en ese sueño. Si hablo en plural es porque a Milione es al que le ocurren las cosas y se mueve y me cuenta sus recorridos por el recuerdo que también es el mío y sólo este instante de él podrá sobrevivir en el otro. Yo he de quedar en Milione y él en mí. No sé cuál de los dos escribe esta página, ni los dos cuadernos con los Tacuinis. “
Las circunstancias cambian y la soberbia se amilana, cuando ya no hay nada que hacer, cuando se pierde a un ser amado ya nada es igual, cuando ya no se es útil a alguien o a un grupo, se es abandonado hasta por la sombra. Esta novela evidencia la evolución de lo que sucede en la vida cuando se juega con ciertas “Armas de juego”.