Héctor González. La comarca de l´Horta atesora casi una
treintena de los bienes de interés cultural (BIC) valencianos. Esta
riqueza patrimonial abarca desde torreones hasta casas señoriales,
cisternas, acequias o incluso un acueducto, el de Els Arcs, en
Manises. La acumulación de inmuebles declarados de interés
artístico, histórico o de yacimientos arqueológicos de la
suficiente envergadura para recibir esta catalogación consolidan la
comarca como referente cultural autonómico.
Y si pensamos en edificios que puedan
haber alcanzado el rango de BIC no tarda en esbozarse en nuestra
mente el Real Monasterio de Santa María de El Puig, iniciado en el
siglo XIII y con el añadido de albergar el museo de la imprenta.
Imponente escenario para bodas y precioso para visitar. Posiblemente
resulte el inmueble más emblemático de El Puig, pero no el único
bien de interés cultural que enarbola esta localidad. Suma hasta
otros tres (la torre Vigía, el castillo de la Cebolla o la Patá y
la cartuja Ara Christi) y, con un total de cuatro, constituye la
población de l´ Horta con más BICs declarados.
A continuación,
en esta clasificación de riqueza patrimonial, nos topamos con los
dos municipios más populosos: Paterna y Torrent, ambos con tres
emblemas monumentales de interés autonómico. El primero, con sus
reconocidas cuevas y la torre árabe, el calvario y el edificio
consistorial; Torrent, con la torre del castillo y la de telegrafía
óptica de El Vedat, a las que agrega, con la consideración de BIC,
la Creu de Terme o de Pere Mora.
Burjassot exhibe con orgullo su
palacete del colegio mayor San Juan de Ribera y su antiguo almacén
agrícola del siglo XVI renombrado como Los Silos. Igualmente con dos
BICs sobresalen Quart de Poblet (cisterna y acequia de Mislata) y
Alfara del Patriarca (casa de la Serena y castillo de la Señoría).
En este inventario patrimonial no
pueden faltar el palau dels Sorells, en Albalat, el palacio de los
Aguilar, en Alaquàs; el poblado ibérico del Tos Pelat, en Moncada;
la casa o palau Vivanco, en Catarroja, o el sindicato arrocero
(también biblioteca municipal), en Alfafar, clave para convertirse
en municipio turístico en esa pugna por la apertura dominical de
centros comerciales.
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