El pediatra Fernando García-Sala con la subdirectora de Caxton College, Marta Gil, y miembros docentes y de comedor del colegio. EPDA
El
último estudio publicado hace apenas un mes por la Sociedad Española de
Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) sobre los hábitos de
las familias españolas en torno a la nutrición infantil revela que tenemos
todavía mucho camino por recorrer en este terreno. El 83% de los niños en edad
escolar no desayuna correctamente, el 71% come delante de una pantalla, el 79%
come menos pescado del recomendado, el 52% consume carne en exceso y el 74%
toma chucherías. Con estos datos García-Sala hizo mucho hincapié en la
responsabilidad de los padres para que sus hijos crezcan sin problemas de salud
a causa de estas costumbres alimentarias inapropiadas.
Estas
cifras llaman la atención, sobre todo, cuando descubrimos que el interés por la
alimentación en los hijos es crucial para los padres puesto que, tal como
explicó el pediatra valenciano, el
tercer motivo de consulta pediátrica, tras la tos y la fiebre, es ‘mi hijo come
mal’.
“¿Saben
que un entorno afectivo mejora las condiciones de crecimiento?” Con esta pregunta retórica García-Sala aseguró
que “el amor, y sobre todo la ausencia de estrés en la vida del niño, afecta a
su desarrollo físico porque se ha comprobado que el cariño da calorías”. En
esta misma línea señaló la importancia que tienen los comedores escolares para
que mejoren sus hábitos alimenticios. El encuentro con otros niños es muy sugestivo
ya que hace que ese proceso sea natural. “Es muy importante que el niño tenga
rutinas diarias para que progresivamente vaya aceptando los alimentos que
inicialmente no tolera”, explicó el doctor. Pero sobre todo viene muy bien para
que los padres dejen de preguntarles por lo que les apetece comer y se habitúen
a comer lo que les corresponde cada día. “Me he preocupado en mirar cómo lo
hace Caxton College. Y he de decirles que son un ejemplo de buenas prácticas
puesto que sus menús están supervisados por nutricionistas y cuentan con una cocina
propia para controlar de manera exhaustiva la dieta de sus alumnos”, recalcó el
pediatra.
A
lo largo de la conferencia despejó dudas habituales entre los padres, desterró ciertos
mitos alimenticios y dio pautas para mejorar la nutrición en términos generales.
“Beber más de medio litro diario de leche puede ser contraproducente ya que el
exceso de lácteos en la dieta potencia la inhibición en la absorción de hierro
y aumenta la probabilidad de que un niño padezca una anemia ferropénica”. Además
recordó que “el pescado tiene tantas proteínas como la carne roja o blanca”. Es
un error utilizar métodos de distracción, chantaje, recompensa o promesas para
que el pequeño coma pero, más grave todavía es que coma a la carta o entre
comidas. “Este tipo de conductas deriva en una anorexia simple”, afirmó. Pero, al mismo tiempo que García-Sala se
posicionó en favor de una educación alimentaria para que el niño asuma sus
obligaciones con las cinco comidas diarias y recordó a los padres que pueden “insistir
pero no estresar ya que deben respetar el apetitito de sus hijos”.
Si
el niño crece bien y su salud es buena pero come poco, hay que estar tranquilos
porque no hay un problema que resolver. “Al desayuno no le damos apenas valor pero
realmente aporta entre el 20-25%
del valor energético total de la dieta diaria”, aclaró el especialista. Por
ello insistió en lo acertado de seguir la pirámide alimentaria junto al consumo
de la dieta mediterránea.
Por
último, dio un aldabonazo contra la influencia negativa que tanto padres como
hijos reciben de la publicidad incorrecta que se emite sobre los alimentos
infantiles. De este modo el pediatra insistió en adoptar tres reglas de oro:
variación, equilibrio y moderación para, a partir de ahí pautar una buena
dieta. Así mismo recomendó que los jóvenes eviten a toda costa el sedentarismo
ya que es un mal compañero para la salud. “Antiguamente los juegos giraban en
la calle alrededor de la comba y el fútbol donde ningún niño paraba de moverse.
Hoy las consolas han revertido esa actividad y vemos cómo nuestros pequeños se
pueden pasar horas sentados jugando”, recordó García-Sala. En ese sentido,
aconsejó que los niños hagan ejercicio diario de manera obligatoria para evitar
problemas serios relacionados con la obesidad o el colesterol.
Toda
una lista de deberes para que padres y colegios reciban una orientación profesional
apropiada que les permita alimentar a sus hijos y alumnos con métodos acertados
y con la seguridad de que están actuando correctamente.
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